Lo prometido es deuda. Ayer, día de Reyes, no me parecía el más adecuado para el tema, pero acabadas las fiestas es el momento de ponerse de nuevo a trabajar con paso firme.
Hoy quiero opinar sobre la polémica del sofosbuvir. Es el nombre del fármaco comercialmente conocido como Sovaldi, el recién llegado como tratamiento para la hepatitis C. Llega rodeado de polémica sobre su descomunal precio, vaya por delante, en mi opinión desproporcionado. Sólo con el tema del precio ya hay mucha tela que cortar, porque es sabido que en otros países sale con otros precios, en ocasiones mayor y en otras mucho menor, por ejemplo Egipto a 900€ en contraste con los 25.000€ en España. ¿Alguien tiene claro el motivo por el que es así? Yo no. Ni por qué cuesta diferente en diferentes países europeos, para no irnos tan lejos a otro continente.
Partiendo de esto, me parece más que razonable que el Ministerio de Sanidad quiera negociar el mejor precio posible. Eso lo haríamos cualquiera a nivel de nuestra economía doméstica, ¿o es que no se regatea al negociar la compra de un piso?
Y encima con Don Pablo de Podemos todo el día erre que erre con “sofosbuvir para todos”, que si “el gobierno asesino deja morir a los enfermos de hepatitis C” y “que me llevo a los enfermos a Bruselas”. Y las asociaciones reclamando medicamento para todos, haciendo cadenas humanas y una bien orquestada campaña en redes sociales.
Sí, sí, las mismas asociaciones que han recibido, sólo en España, algo más de 240.000€ por parte del laboratorio que comercializa el medicamento. Se puede comprobar en la web de la Farmacéutica, no me lo invento. Esto, en mi opinión tiene tufillo a CONFLICTO DE INTERESES. Me explico, las asociaciones están haciendo de “voceros”, pidiendo a gritos un medicamento que vende una empresa farmacéutica de la que han recibido dinero.
Pero voy a dejar de hablar de dinero, porque sé más de medicina que de dinero. Después de entretener varias horas de mi vida leyendo revisiones científicas, alcanzo a varias conclusiones:
-Los ensayos clínicos de sofosbuvir son pocos, de corta duración para evaluar la eficacia CLÍNICA (no sólo analítica, como han hecho) del medicamento; sin comparación en ensayos de calidad con el mejor medicamento hasta la fecha disponible, ya que el único disponible es una serie de casos (sin ciego, sin grupo control), es decir, de BAJÍSIMO NIVEL DE EVIDENCIA; y con irrelevante observación de SEGURIDAD frente a EFICACIA.
- Aun así: sofosbuvir no demuestra ser más eficaz que el fármaco actualmente existente (67%), aunque al parecer con menor número de efectos adversos. Es necesario especificar que menor número de efectos adversos totales, sobre todo los leves, y discreto aumento de los graves (del 1 al 3%). Nada de curación del 90% como se dice. Ciertamente, consigue ese efecto en 12 semanas, en lugar de las 48 del tratamiento actual. Eso, además, dependiendo de la cepa de virus que se trate.
-Para entender la importancia de estos datos, vamos a ir a los previos: la hepatitis C es una infección crónica, que degenera en cirrosis hepática en un 2-3% de los casos. Dicho al revés, el 97-98% de los infectados por hepatitis C no sufren síntomas relacionados con la infección. En ellos no está indicado tratamiento alguno, ni antiguo ni nuevo. El 30% (aproximadamente) de ellos (los infectados sin síntomas) tienen niveles indetectables de carga viral, que es lo mismo que promete la pastilla dichosa, y no puede prometer otra cosa porque NO HAY ESTUDIOS SOBRE EVOLUCIÓN CLÍNICA.
En resumen: el tratamiento de la polémica, a la luz de la evidencia, no tiene datos suficientes en cantidad y calidad para afirmar que es más eficaz, ni más seguro que el que existe en la actualidad. Igual que el actualmente existente, no aporta beneficio su utilización en infectados asintomáticos: NO DEBEN TOMARLO TODOS LOS INFECTADOS DE HEPATITIS C. A la luz de esos datos, los protocolos sólo indican su uso en pacientes concretos que experimenten severos efectos secundarios del interferón, que es el fármaco peor tolerado, ya que los inhibidores de la proteasa viral (el otro medicamento con el que se combina el interferón, y contra el que sofosbuvir no se ha comparado adecuadamente) tienen buena tolerancia.
Vamos, Pablo, deja de partirte la camisa por la causa inadecuada, no vendas humo a los enfermos. Y señores de las Asociaciones, analicen un poco si el laboratorio no ha comprado sus voces y sus cuentas de Twitter por cuatro duros. Que aún es reciente la experiencia del Gobierno gastándose una millonada en una pastillita que prometía salvarnos de morir de gripe A, y resultó que simplemente acortaba la duración de los síntomas la friolera de UN DÍA.
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jueves, 8 de enero de 2015
Mi visión sobre la polémica del sofosbuvir
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