En esta semana loca que está acabando, a falta de un merecido descanso de fin de semana, he celebrado el primer aniversario de mi segunda vida sin tabaco.
¡Y lo quiero compartir porque estoy muy orgullosa de ello!
Orgullosa, porque la verdad es que al principio no estaba segura de que lo fuera a conseguir. Y las cosas difíciles son las que al final dan más satisfacciones.
Ya había estado unos años sin fumar, anteriormente. Sinceramente, no me resultó difícil dejarlo entonces, por eso creo que volví a fumar con tanta ligereza, al no valorar lo que ello significaba.
Pero esta vez sí me ha costado, el primer mes fue difícil, mucho. Tanto, que es la mejor motivación que he tenido en los meses posteriores para no volver a fumar: ¡no tener que volver a dejarlo! ¡no pasar de nuevo por esas primeras semanas!
Y ahora estoy contenta y orgullosa. No me ahogaba, pero ahora estoy mejor. Lo huelo y lo saboreo todo, tengo mejor aspecto y mejor presencia por el aspecto de mi piel y por el olor de mi piel y de mi ropa. Cierto que he engordado un poco, pero se pone una y se vuelve a perder, y listo. Encima, con lo que no me gasto en tabaco me puedo ir a comprar ropa nueva, jeje.
En fin, por no hablar de los beneficios para mi salud futura, alejarme del riesgo de enfermedades cardiovasculares, de los tumores, de las broncopatías crónicas...
Por qué no decirlo, ha mejorado mi autoestima. Sé que puedo conseguir lo que me proponga. Tengo fuerza moral para hablar a mis pacientes sobre el beneficio y la necesidad de dejar de fumar, y la pasión para convencerlos.
Un año no es nada y a la vez es mucho. Después del primer año vendrán muchos más, porque con esto del tabaco no se puede bajar la guardia en ningún momento. Nunca se puede decir que por un cigarrito no pasará nada.
Por todo esto es por lo que dede aquí también quiero animar a todos los fumadores a dejarlo. A pedir ayuda, que no pasa nada, no tiene menos mérito. Lo importante es conseguirlo, no contar después que lo dejó uno solito, sólo con su fierza de voluntad. A prepararse, a organizar la estrategia, a ponerse en marcha y a dar los pasos de uno en uno.
¡Éxito para vosotros!
Que bueno Pilar... y como dices por muchos años más!!!. Viva la salud y los buenos hábitos!!!
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ResponderEliminarComo fumador de 40 cigarrillos sin boquilla diarios, que lo dejó durante 12 años, y volvió por ese "cigarrito que no pasará nada"; que fumó seis u ocho años más, y volvió a dejarlo hasta hoy, me permito recomendar a los fumadores, a quienes lógicamente comprendo:
ResponderEliminar*No te engañes: fumar hace daño.
*Sólo lo dejarás si lo decides convencido de que TÚ quieres dejarlo. No por miedo, o por no aguantar a la parienta... o al pariente, o...
*Si lo has dejado, no pongas NUNCA MÁS un cigarro en tu boca: SÍ PASA ALGO: que vuelves a fumar.
*Si vuelves, tú mismo habrás hecho inútiles tus esfuerzos. ¿Estás bien del coco?
*Ánimo: Se puede!!! (que no es lo mismo que lo otro...)
Y a los no fumadores:
*NO FUMES NUNCA. Es mentira que ayuda a algo. Las ayudas son aparentes. Los daños en tu organismo (Enfisema, bronquitis crónica, hipertensión, degeneración vascular, circulatoria y cardíaca...) son reales.
Enhorabuena, Pilar. Otra vez has acertado y das ejemplo.
Gracias, papá, por el apoyo, y por el halago. Pero más que nada, por ilustrar con tu experiencia. Eso, para motivar al futuro ex-fumador, vale más nada: tener a alguien en quien verse reflejado. Un beso.
ResponderEliminarTe felicito , esto es sensatez más voluntad .Ole tu.
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