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lunes, 30 de marzo de 2020

Coronavirus. Mascarillas: ¿sí? ¿no? ¿cual?

Esta es una de las grandes polémicas de la pandemia.
¿Cómo puede ser que la información sea tan difusa que tenga dividida hasta a la comunidad científica?
Voy a intentar aclarar algunos conceptos sobre las diferentes clases de mascarilla y su uso.
Y vamos a ir repasando de menos a más protección, por ordenar de alguna manera.

Las primeras mascarillas y menos protectoras:
las mascarillas de papel. se utilizan en las cocinas por ejemplo, para evitar las grandes secreciones que puedan caer a los alimentos por parte de los manipuladores de los alimentos. No protegen del cotagio de virus, pues son altamente permeables y se calan de secreciones, de sudor, se deterioran con gran facilidad.
Igualmente poco protectoras: las mascarillas de tela. Aunque me parece emocionante la iniciativa popular, y la aparición de grupos voluntarios, las mascarillas de tela no protegen como las siguientes que vamos a nombrar, las mascarillas quirúrgicas. De hecho, protegen aproximadamente la mitad. Y ahí está la primera parte de la polémica que divide a los científicos:
porque hay una facción que defiende que eso es mejor que nada, y hay otra que opina (opinamos) que incluso pueden ser contraproducentes. Y como ya me he posicionado, explico mis argumentos:
la mascarilla de tela de algodón es totalmente permeable, el tejido tiene un tamaño de poro enorme por el que caben las gotas que transportan el coronavirus, y cualquier virus. no posee ninguna clase de filtro. puede retener las secreciones groseras de la persona que la usa, así como las de las personas de alrededor, por lo que termina convirtiéndose en vehiculo de microbios, y favoreciendo las infecciones más que previniéndolas. Por no hablar de las condiciones en las que se cosen, de higiene, si se hierven o lavan con lejía antes de usarlas, etc.., es posible que incluso lleven ya los microbios de serie.
Si se les mete algo en medio con intención de que haga de filtro puede ocurrir que eviten la transpiracion y dificulten la respiración, como cuando se usan salvaslips, trozos de plástico, material de bolsas de aspirador... incluso filtros de campana extractora y de los aires acondicionados he visto en los cientos de tutoriales que hay por todas partes.
Y luego, para rematar, sin proteger pueden dar una falsa sensación de seguridad que haga bajar la guardia sobre el resto de medidas: higiene de manos, higiene de la tos, limpieza de superficies... que sí han demostrado su eficacia.
Por todos esos motivos no puedo apoyar el uso de mascarillas de tela, ni en la comunidad ni mucho menos en el ámbito sanitario.
Sólo en situación de catástrofe o tercermundismo se admiten como un mal menor.

Las mascarillas quirúrgicas: tienen un filtro que bloquea el 92% de los microbios. Su uso está indicado para evitar que la persona enferma emita a su entorno secreciones contaminadas. Las gotas en las que viaja el virus son pesadas, por lo que no se sostienen en el aire, caen a las superficies o el suelo y no viajan una distancia más allá de un metro y medio o dos. Por eso es importante que las lleven las personas enfermas.
También protegen a las personas sanas del contacto de esas gotas con sus secreciones de boca y nariz. Hemos dicho, las gotas no pasan por el filtro de la mascarilla, ni de dentro a fuera ni de fuera a dentro. Es un filtro, no una válvula, no tiene direccionalidad.  Por eso las mascarillas quirúrgicas son suficientes para proteger a las personas que por convivencia o profesión cuidan de las personas enfermas. Y no hay que ponerse dos, una con el color para dentro y otra para fuera, ni esas cosas que se leen y se ven por ahí. Eso sólo consigue que respires peor y que gastes el doble de material.
Pero... en la convivencia y en el medio social, es más fácil contagiarse por contacto de las manos con superficies contaminadas que por secreciones directas a las mucosas, es decir: tocas una superficie contaminada (una mesa, la cita en la caja del super, los productos a la venta, el mostrador de la farmacia...), y si no te lavas las manos ni llevas guantes, que después te puedas quitar, vas y te tocas la cara para apartar el pelo, toser, estornudar, rascarte, manías... da igual. Y eres tú mismo quien lleva el virus a las mucosas por mucha mascarilla que te pongas. Hasta al quitarte la mascarilla te puedes autoinocular. Así que llevar la mascarilla por la calle no es adecuado, pues con las distancias sociales que estamos manteniendo no estás expuesto a las secreciones de otros; y si estás enfermo debes usarla, pero debes estar aislado en tu casa y no en la calle.
Y os voy a decir más: ese acopio de mascarillas en casa lo que ha hecho es limitar el acceso de los sanitarios y de los enfermos a las mismas, cuando las han comprado personas que en su mayoría no necesitan usarlas. ¡Muy poco solidario!

Las mascarillas autofiltrantes, llamadas según la certificación europea, FFP2 y FFP3, y según la americana, N95 y P100 (la N y la P son porque además de microbios filtran otras cosas como gases, sustancias oleosas y productos químicos). Filtran el 95% y 99% respectivamente:
son las que necesitan usar el personal sanitario que está expuesto a gotas de menor tamaño, que sí pasarían por la mascarilla quirúrgica, y se producen durante la realización de maniobras sobre la vía aérea que se denominan por ello "generadoras de aerosoles": tales maniobras disminuyen el tamaño de la gota, por tanto hay que estrechar el poro del filtro. Esas mascarillas suelen tener una válvula cuya misión es facilitar la respiración de la persona que la usa, es decir, permite que salga aire exalado, por lo que no son adecuadas para el uso por personas enfermas. 

Como veis, cada tipo de mascarilla tiene una indicación concreta. Y eso es lógico porque en una situación como la actual de una altísima necesidad de ellos, hay que aplicar el sentido común con los recursos, porque el número de mascarillas es finito: QUE LAS MASCARILLAS SE PUEDEN ACABAR.
A ver, ¿no pensais que si hubiera trillones de mascarillas FFP3 todo el mundo las usaría? Nadie consideraría otra cosa. Pero la realidad no es esa, la realidad es que hay lo que hay, y hay que darle más protección a quien más la necesita porque esté más expuesto.
Quedaos en casa, limpiad bien, lavaos las manos continuamente, aislaos y llamad a los servicios sanitarios si os sentís enfermos. Pero por lo que más querais, dejad de pasear las mascarillas del super a la farmacia, para sacar al perro, y menos aún para llevarla con la nariz descubierta porque es incómoda, o bajada al cuello para poder hablar, porque entonces es que encima de pasear microbios estais haciendo el tonto.

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