Buenos días!
¿Recordais a Irene? Irene Estrada hizo conmigo hace unos años (el tiempo vuela!) su rotatorio de Medicina Rural durante su residencia de Medicina de Familia, y desde entonces, como ambas deseamos, hemos mantenido contacto y una buena amistad. Como debe ser, la vida nos ha volteado a las dos, pero nuestra amistad y compañerismo permanecen inalterables.
Por cierto, no os creais su bio en Twitter. Ya no es residente, es especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, "especialista en personas", y completó su master en Medicina Estética. Irene, actualiza, que así no te van a encontrar!
Me disperso. En una de esas charlas, me dice Irene que le preguntan bastante en consulta por el uso de terapias distintas a la convencional. Ay... "ahí me has dao".
Los que vierais el programa La Mirada de Bea de Canal Sur en el que participé sabeis ya mi actitud ante la homeopatía, que es extensible al resto de terapias, alternativas, por llamarlo como se le llama en la calle.
Medicina no hay más que una: la que utiliza el método científico para avalar sus propiedades, su eficacia, eficiencia, efectividad, y seguridad. Por tanto, sus indicaciones. Su fin último es el mejor beneficio para el paciente, o su no maleficio si no es posible otra cosa, respaldados en el Juramento Hipocrático
Por supuesto, en el proceso médico, sanitario en general, hay beneficio económico para algunas personas. Todos, desde Hipócrates, Hygia... gustaban de comer a diario, tapar sus cuerpos con vestimenta y tener un techo bajo el que dormir. También es verdad que hay quien desea obtener un beneficio desmesurado y para ellos no miden las consecuencias, pero ello no desvirtúa la naturaleza principal del acto médico/sanitario. En todas las profesiones hay piratas.
¿Tanta introducción para qué? Para establecer la diferencia con las pseudociencias.
Porque eso es lo que son la mayoría de las llamadas terapias alterantivas. Son procedimientos, corrientes de pensamiento, filosóficas... que ofrecen una opción curativa basándose en conocimientos anticuados, ya desechados por la ciencia, o directamente erróneos, o inventados... cuya validez y seguridad además no se demuestra por el método científico, porque sus seguidores no lo acatan, y cuando se intenta, no se obtienen resultados positivos.
Hasta ahí, si se pararan ahí al obtener malos resultados bajo el prisma de la evidencia, serían hasta respetables. Al fin y al cabo, la ciencia avanza a base de ensayos, descartando los fallidos y avanzando por los aciertos.
Llega el problema con el empecinamiento en constituirse en todo un paradigma de conocimiento que lleva a sus fundadores a dar un revestimiento de jerga científica ininteligible para hacerse creíbles, y a ofrecer la curación de lo incurable a los desesperados, y la curación de lo curable a precios desorbitados a cambio de ninguna eficacia, con los riesgos que ello conlleva: alejarse o retrasar el acceso a un tratamiento realmente eficaz, con riesgo de empeoramiento o muerte, porque no todo es reversible.
Hay tantas de esas mal llamadas terapias alternativas... podemos enumerar algunas:
Homeopatía: el primero de los caballos de batalla. Por algún motivo ha ganado una gran cantidad de adeptos, tanto entre profesionales como entre la cuidadanía por todo el mundo, por suerte en nuestro país no es donde esté más generalizado, y además cada vez menos. Supongo que eso de debe a su supuesta inocuidad, ya que sus prescripciones son de productos que no contienen medicamentos (basan su eficacia en la MEMORIA DEL AGUA que ha estado en contacto con el medicamento y ha sido diluido infinitesimalmente); pero contienen excipientes, incluso alcohol, lo que puede dar problemas, aparte del ya nombrado problema general de retrasar el cumplimiento de un tratamiento contrastado. Para su eficacia, hay que creer en ello, en la memoria del agua. Sólo cinco de los productos comercializados son legales. No tienen indicación concreta, no han demostrado para qué sirven por el método científico. Sus adeptos se respaldan en la experiencia personal, como yo con mi detergente. Entre los ciudadanos, sus usuarios hablan maravillas. Claro que yo, depués de pagar 120€ por consulta también le diría a mis cuñados y mis vecinas que me va genial, sobre todo para no pasar por tonta. No es lo mismo, pero sí relacionado por algunos conceptos, el uso de Flores de Bach, que diluye y trata con sustancias vegetales en combinaciones inexplicables, y con la Homotoxicología, que basa sus creencias en que todas las enfermedades son el reflejo de la lucha del organismo contra las toxinas que nos rodean, y que la salud es la ausencia de toxinas en el entorno (de los gérmenes ni hablamos...)
Naturopatía: su terapia se basa en los hábitos de vida saludable: dieta, rechazo de tóxicos, ejercicio físico y contacto con la naturaleza. Estoy muy a favor de las actividades saludables: reducen las posibilidades de enfermar de determinadas patologías: no de todas, no con una certeza 100% (ni si me dedicara todo el tiempo del resto de mi vida a comer acelgas mientras paseo en bicicleta por el campo me salvaría de todas las enfermedades), pero no es curativo. Los buenos hábitos de vida son saludables, pero nada más.
Reiki: se supone que esta terapia, por la que te acercan las manos sin tocarte, te puede movilizar las energías del cuerpo y sanarte. Después de que ningún estudio haya conseguido demostrar que se movilice ninguna energía, y mucho menos que haya ninguna clase de beneficio para la salud, es increíble cómo se ha colado ladinamente en algunos hospitales de los países más avanzados del mundo. Desde luego, comprendo que tenga un fuerte efecto placebo, porque a mí tambien me gusta que alguien dedique un montón de minutos a mi bienestar.
PERO TENEMOS QUE RECORDAR QUE NO TODO EN LA VIDA TIENE QUE SER CURATIVO. A VECES, CON QUE SEA AGRADABLE ES SUFICIENTE PARA QUE SEA ACEPTABLE, CADA COSA EN SU SITIO.
Biomagnetismo: es una de las corrientes que basan su eficacia en un supuesto reequilibrado del organismo. Éste lo intenta con un par de imanes (si eso hiciera algún efecto en el cuerpo no se podrían hacer las resonancias), otros con manipulaciones de la columna (quiropraxia) o de cualquier hueso (osteopatía), elección de alimentos (dieta alcalina), que obvia un concepto ampliamente conocido y aceptado, que es la HOMEOSTASIS: la capacidad intrínseca del organismo de mantenerse estable ante los envites del entorno. Curiosamente además, el pH de la sangre es ligeramente alcalino, dentro de que cada órgano mantiene diferentes niveles de alcalinidad o acidez para trabajar adecuadamente y cumplir su función. No hace falta comer pensando en alcalinizarlos, hagamos lo que hagamos, el cuerpo siempre va a tender a mantener su pH natural, ya que mínimas desviaciones del mismo dan lugar a graves enfermedades o la muerte misma.
Hidroterapia de colon: tremendos enemas de agua sola o con sustancias para lavar las tripas por dentro. No olvidemos que en el colon se absorbe agua (de forma natural, se recupera el agua y se solidifican las heces), por lo que una absorción extrema de agua puede perjudicar gravemente el organismo, y desde luego afecta a la flora natural del colon (mientras que otros toman yogures de bifidus y lactobacillus para mimar su flora colónica, qué mal repartido está el mundo). Por no hablar de la dependencia a los enemas para la defecación, y del riesgo de perforación en la manipulación.
Tambíén se ha administrado Ozonoterapia por vía rectal, que se creía podía tener capacidades bactericidas, pero finalmente se sabe que no tiene ninguna utilidad, y que con facilidad se alcanzan niveles tóxicos a nivel pulmonar, y por la formación de radicales libres en la sangre.
Tóxico es también el MMS, de moda total gracias al respaldo del estafador Pamiés (o cómo llamar a un tipo que quiere vender crecepelo y es calvo, que quiere curarlo todo pero lleva gafas, y promociona el consumo de Stevia, mientras que su comercialización para uso humano es ILEGAL en nuestro país, porque además de su uso como edulcorante apto para diabéticos tiene otros compuestos con actividad farmacológica hipotensora, y afecta a la fertilidad). OJO, que sea un edulcorante apto para diabéticos no quiere decir que cure la diabetes! El aspartamo también es apto para diabéticos y nadie lo apoya como la cura de la diabetes, al contrario, es atacado como si fuera el enemigo mundial de la Salud Pública. El MMS es clorito de Sodio al 28%, que al natural es blanqueante, y acidificado es desinfectante. LEJÍA. Tóxico. Vete al super y lee la botella de lejía amarilla de limpiar el baño, pero no te la bebas.
Psicobiodescodificación: propugna que todas las enfermedades son el resultado de conflictos psicológicos no resueltos. Las Constelaciones Familiares (por cierto, nombre tan poético como inapropiado por una mala traducción del alemán), dice que son el resultado de los conflictos familiares que hasta saltan de generación, un poco esotérico e incomprensible todo. La Programación Neurolingüística dice que son las palabras las que nos enferman. La Dianética te cura mediante la exposición a los más mínimos detalles de tus recuerdos traumáticos. Estas cuatro corrientes, encima de que no te curan todas las enfermedades, y rapidito, como prometen, y retrasan más o menos tiempo el acceso a una terapia eficaz, es que encima son bastante culpabilizantes, porque somos nosotros y nuestra inmadurez psicológica para procesar nuestras experienciasvitales lo que nos enferma. Ideal de la muerte todo.
Aunque para esotérico... esotérico... la Angeloterapia. No daba crédito cuando estudiaba al respecto: la curación mediante la comunicación con los ángeles. Ángeles que sólo existen en la fe de una parte de los humanos que habitan el planeta, cada vez menos por cierto. El primero que hable con ellos, por favor, que les pregunte por lo del sexo, para salir ya de dudas y perder el tiempo hablando de otra cosa. Ah, y dice un amigo mío adventista, que si saben ya cuándo van a bajar a la Tierra a caballo al son de las trompetas para que empiece el Juicio Final. Es lo bueno que tiene poder comunicarse con los ángeles, que tienes información privilegiada.
No creo que cure nada ni siquiera el intento, ya que se demostró científicamente, esta vez sí, que la oración colectiva tampoco era útil para la curación a distancia.
Cierro esta narración ya, porque me está entrando ya el arrebato sarcástico, con la misma idea que ya adelanté en las medianías: chicos, no todos teneis que curar. La medicina cura. Otras cosas se hacen por bienestar físico, psicológico o espiritual, y está bien así.
Otras cosas no se deben siquiera hacer, por peligrosas sin aportar beneficios.
Pilar!!! Entrada excepcional, tal y como nos tienes acostumbrados con tu blog. Gracias por escribirla y por dedicármela, todo un halago. Ya sabes cuánto te admiro. Tienes razón, tngo q ponerme al día con Twitter ☺️. Un beso enorme!!! 😘😘😘😘😘
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