Todas las personas tienen lunares y lo normal es que no tengan importancia. Sin embargo, hay lunares que tienen más riesgo de volverse malos con el paso de los años y conviene vigilarlos.
¿Qué puede hacer?
- Protéjase del sol, sobre todo si tiene la piel blanca y se quema con facilidad. Tomar el sol sin protección favorece la aparición de lunares y de cáncer de piel.
- Debe extremar las precauciones con el sol en el caso de los niños. A los niños que toman mucho el sol les salen más lunares. Además, los que sufren quemaduras solares de pequeños pueden tener cáncer de piel de mayores. Proteja a los niños del sol. Pídale a su médico que le indique cómo exponerse al sol sin riesgo de quemaduras.
- Aunque tener lunares no es malo y en principio no es necesario hacer nada con ellos, en algunos casos es recomendable vigilarlos de vez en cuando.
¿QUÉ LUNARES SE DEBEN VIGILAR?
- Aquellos que tienen:
- – Una mitad del lunar muy diferente a la otra.
- – Bordes con entrantes y salientes.
- – Diferentes colores en el mismo lunar.
- – Un tamaño mayor de 6 mm.
- – Una superficie que no es lisa, sino que tiene elevaciones parecidas a un huevo frito.
- Los lunares que tienen esta forma son llamados «atípicos». Si usted tiene un lunar así, vigílelo para consultar a su médico si cambia en algo.
- Si tiene muchos lunares y en su familia hay más personas que también los tienen, acostúmbrese a vigilarlos.
¿Cuándo consultar a su médico de familia?
- Si en poco tiempo le ha cambiado la forma, el tamaño o el color.
- Si tiene una zona roja, inflamada, alrededor del lunar.
- Si salen manchas o bultos cerca.
- Si se le hace una herida sobre el lunar o le sangra.
- Si le pica o le duele.
- También debe acudir a revisiones médicas si tiene usted muchos lunares «atípicos», de los que se deben vigilar, sobre todo si a más miembros de su familia les ocurre lo mismo o alguno ha tenido cáncer de piel.
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