Estamos en mitad del mes de octubre, en plena campaña de vacunación antigripal.
La
vacuna de la gripe es de nuevo diseño todos los años. Se adapta a la cepa que se prevee como prevalente, es decir, más frecuente o probable, entre las que se detectan ese año. Esto es porque el virus de la gripe tiene una enorme capacidad para mutar, para sufrir pequeños cambios en sus genes que le hacen ser a la vez virus de la gripe igualmente, y distinto del virus del año anterior.
Por eso hay que vacunarse todos los años. Porque la vacuna de los años anteriores no te protegerá de la cepa de virus de la gripe de este año.
¿Hay que vacunarse? Pues sí, pero con matices.
No se vacuna todo el mundo.
¿Por qué? Se preguntará más de uno, si la vacuna es tan buena y nos protege.
Pues lo explico ahora mismo.
Porque la vacuna, como todo lo que metamos en nuestro organismo, tiene
ventajas e inconvenientes. La vacuna de la gripe se prepara en un medio de embriones de pollo, con lo que las personas
alérgicas al huevo corren riesgo de sufrir una reacción alérgica, por lo que deben consultar a su médico antes.
Las personas que hayan sufrido un
Síndrome de Guillain-Barré (es una enfermedad neurológica) también deben consultar primero a su médico.
Las personas que tengan
reducida su inmunidad por algún motivo (VIH, linfoma, leucemia, quimioterapia, tratamientos en trasplantes) pueden no desarrollar una inmunidad suficiente (la vacuna será poco eficaz) o incluso sufrir la enfermedad que pretendemos prevenir (la vacuna de la gripe se hace con virus inactivos, pero no muertos ni fragmentos de ellos), por ello han de consultar a su médico.
No deben vacunarse los
menores de 6 meses.
No deben vacunarse las personas que tengan
fiebre, hasta que el cuadro haya desaparecido por completo.
La vacuna puede dar lugar a
reacciones locales, en el sitio de la vacuna.
La vacuna puede dar lugar a
reacciones del organismo, como un cuadro gripal muy leve de breve duración.
Por tanto: como casi todo, hay que poner en la balanza ventajas e inconvenientes, y por ello, personas por lo demás
sanas, sin ningún factor especial, no necesitan la vacuna de la gripe. Porque pueden coger la gripe, claro, pero de una forma leve, y con igual probabilidad que cualquiera.
¿Quién debe vacunarse de la gripe?
1.- Personas que, por diferentes motivos, tienen
más riesgo de sufrir una gripe grave, o de consecuencias graves o mortales incluso: mayores de 65 años, o por debajo de esa edad con enfermedades pulmonares (como asma y bronquitis crónica, o fibrosis pulmonar), con enfermedades crónicas cardiovasculares -menos hipertensión arterial aislada), mujeres embarazadas, personas con disminución de las defensas (VIH, tumores), personas que no tienen bazo (porque nacieron sin él o porque les haya sido extirpado, y además debes estar vacunados frente al neumococo), personas con anemias severas, obesidad mórbida, que lleven un implante coclear o estén próximas a serles implantado. Personas con enfermedades hepáticas crónicas o con disfunción cognitiva (Síndrome de Down, demencia de cualquier tipo).
Personas que tienen
más probabilidades de coger la gripe: personas que viven en instituciones como cárceles, hogares terapéuticos, casas de acogida, residencias de ancianos, trabajadores de esas instituciones y de guarderías y colegios de Educación Infantil. Trabajadores de centros sanitarios.
Personas entre 6 meses y 18 años en
tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico (Aspirina (R), Adiro (R), Tromalyt (R)), por el riesgo que de sufrir un Síndrome de Reye tras la gripe. El síndrome de Reye es un cuadro agudo cerebral y hepático, con buen pronóstico si se sobrevive al período agudo, que es muy grave y mortal en un 20-40% de los casos.
Puedes leer más sobre el Síndrome de Reye con un lenguaje asequible en
http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_Reye
2.-
Personas que pueden transmitir la gripe a las personas de riesgo (los del grupo anterior): de nuevo, trabajadores de centros sanitarios e instituciones geriátricas o de enfermos crónicos, trabajadores de la Ley de la Dependencia, personas que vivan con dichas personas de riesgo, incluidos niños.
3.-
Personas que trabajan en servicios públicos esenciales: Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de nuevo trabajadores de Emergencias Sanitarias, trababajores de Penitenciarías, Bomberos y Protección Civil.
Y la gran pregunta:
¿Por qué vacunamos? ¿Qué esperamos de la vacuna?
La vacunación antigripal puede protegernos de sufrir la gripe, efectivamente, pero sólo en un 30-40%, se estima. El resto de las personas vacunadas pueden sufrir la gripe, pero de una forma más leve, más breve y con menos complicaciones: se pueden evitar el 60% de los ingresos hospitalarios, y el 80% de las muertes debidas a la gripe cada año.
¿Qué no esperamos de la vacuna?
Que erradique la gripe por completo de la faz de la tierra. No se considera una enfermedad erradicable, debido a la mutabilidad del virus y a la existencia de un reservorio animal con capacidad de transmitir a humanos.
Que nos evite coger resfriados comunes. Como decíamos en la entrada anterior, los virus del catarro común son diferentes del dela gripe, y son 172, concretamente. Como dejan inmunidad, ése es el número de catarros que se pueden tener a lo largo de la vida. Alrededor de dos al año de media, teniendo en cuenta la esperanza de vida actual. Desengáñate, lector, algún catarro cogerás.
Para completar información, se puede consultar en la web del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad:
http://www.msssi.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/gripe/gripe.htm
Bien, si estás de acuerdo, por ti y por los que te rodean, estás en uno de estos grupos, y aún no te has vacunado, aún estás a tiempo de coger cita en tu centro de salud. Aún quedan días para que acabe la campaña de este año.