Así le llaman a la mononucleosis infecciosa. Es que es difícil decir "mononucleosis infecciosa" sin que se trabe la lengua.
Es una enfermedad vírica, hay dos microbios que la pueden causar: el citomegalovirus y el virus de Epstein-Bar. Esto lo digo a título informativo, para evitar sustos, hay muchos pacientes a los que no gustan los microbios con nombre propio. Parece que causan enfermedades peores; y no, para nada.
En este caso, escribo para desmitificar la enfermedad del beso.
Lo primero, vaya por delante, porque no es una infección grave, aunque sí puede ser latosa. La mayoría de las personas la contraemos durante nuestra infancia, y ni nos enteramos, cursa como un catarro más que se pasa con paracetamol y pañuelos, si acaso.
Pero cuando se coge de adultos es otra cosa, porque con frecuencia causa una hepatitis, una inflamación del hígado, y la hepatitis da mucho cansancio, astenia que le llaman los médicos (qué gente, qué manía de cambiarle los nombres a las cosas para que no les entendamos, jeje).
Esta hepatitis es por completo benigna, quiere decir, que al cabo de unas semanas desaparece por completo sin dejar secuelas, ni estado portador, ni se contagia a otros, ni te impide actividades laborales como por ejemplo ser manipulador de alimentos.
Que se pasa peor, sí, porque empieza como un catarro, o como una gripe, y te quedas unas pocas semanas hecho una seta. Desagradable, pero leve. Además ambos virus dejan inmunidad, quiere decir que se pueden pasar una sola vez.
Lo segundo, el coraje que me da que le llamen la enfermedad del beso, como si fuera la única enfermedad que se contagiara de esa forma. A ver si ahora la gente va a dejar de darse besos, con lo bonito que es eso.
No, señores, la mayoría de los virus, incluyendo los de la mononucleosis, los 172 virus de catarro que existen (y de los que la vacuna de la gripe no nos protege), el virus de la gripe, y otros muchos, se contagian por los besos y por toda clase de contacto cercano como para que respiremos o inhalemos las partículas que otros expelen por su respiración, mientras hablan, por su tos o sus estornudos.
Así que, en este estado de cosas, teniendo en cuenta que la mayoría de nosotros ya estamos inmunizados desde la infancia, y que es una enfermedad leve al fin y al cabo, voto por seguir besando tanto como nos apetezca y sintamos a quien nos apetezca y sintamos, sin miedo a que una panda de virus nos destroce la existencia. No olvidemos que siempre tenemos nuestro sistema inmunitario para impedir que todo contacto con un microbio se convierta en una enfermedad.
Aunque sí sería más adecuado saludar al resto, es decir, a quien no besemos de corazón, con un simple apretón de manos; claro que para eso tendríamos que confiar en que las personas se lavan las manos con la frecuencia deseable, o al menos usan soluciones hidroalcohólicas. En la piel, más si está sucia, pueden haber otros microbios que también pueden causar otras enfermedades.
Al final del pánico microbiológico sólo existe una leve inclinación de cabeza como signo de reconocimiento, y una sonrisa con los labios cerrados como signo de amistad. No seamos extremistas, que Dios inventó las defensas antes de que Danone creara el Actimel (R), y no iba mal la cosa.
Muchos piensan que el contagio se da por un simple beso pero recuerden que no es así, el beso contagia el virus de epstein-barr y éste causa la mononucleosis. La gente suele confundir el VEB con la mononucleosis y pensar que ambos son la misma cosa.
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