Vamos a empezar una miniserie para desmontar creencias populares. Algunas por perjudiciales, otras a título informativo.
Porque estar mal o poco informado sobre las enfermedades que padecemos, hará que las tratemos mal o poco, por minusvalorar o sobrevalorar su importancia.
Hoy comenzamos con la Hipertensión Arterial. Enfermedad muy prevalente en la población, quiere decir que la padecen muchas personas.
Como otras veces os he contado sobre el colesterol, no se trata en perseguir una cifra objetivo porque sí, sino por las repercusiones que la elevación tienen sobre el organismo.
La hipertensión arterial provoca a largo plazo una rigidez,una pérdida de flexibilidad en las arterias que reduce el flujo de sangre que se aporta al órgano al que va esa arteria. De forma que, la hipertensión termina dañando los órganos cuyo riego se ve comprometido por las consecuencias de la hipertensión.
Órganos fundamentales que se dañan por la hipertensión son el cerebro, el corazón y los riñones. Otro no fundamental que típicamente se daña por la hipertensión son los ojos, las retinas concretamente. También la misma gran arteria del organismo, la aorta, sufre alteraciones que en sí mismas pueden llevar a la muerte, como el aneurisma o la disección.
MITO 1: yo no soy hipertenso, mi tensión es nerviosa
El estrés subirá la tensión momentáneamente, pero vuelve rápido a la normalidad. Por la rigidez, la respuesta de las arterias al estrés es más sostenida y por tanto mantienen la presión más elevada durante más tiempo.
Realidad: la hipertensión arterial hace que la presión arterial sea más sensible al estrés.
MITO 2: tengo la tensión descompensada
No es preocupante que las cifras sistólica (máxima) y diastólica (mínima) de presión arterial estén más o menos cercanas, sino que una o ambas estén fuera de la normalidad.
Realidad: no existe una "tensión descompensada". Es una expresión que deberíamos entre todos desterrar.
MITO 3: mi tensión es de familia
Hay realmente un componente hereditario, genético, en la hipertensión arterial, pero que sea así no lo convierte en normal. Es una enfermedad, aunque resulte muy comprensible.
Realidad: tu hipertensión arterial es tuya, no de tu familia. Es importante que la trates y prevengas las complicaciones.
MITO 4: sólo importa la mínima.
Tanto una como otra medida han de estar en niveles normales. Cierto es que hasta hace poco se consideraba la mínima la medida fundamental, pero se ha comprobado mediante estudios en los últimos años que tanto una como otra, estando elevadas, conllevan un riesgo cardiovascular.
Realidad: ambas cifras tensionales son importantes y han de estar controladas
MITO 5: es normal que las personas mayores tengan la tensión alta
No es normal, es habitual. La tensión por encima de 140/90 es alta a cualquier edad, y supone un riesgo vascular a cualquier edad. Lo cierto es que hay más personas mayores que jóvenes hipertensas.
Realidad: lo frecuente no se convierte en normal por frecuente. Hay que tratarse la hipertensión a cualquier edad.
Seguimos el próximo día...
gracias por la información para mi me ayuda mucho
ResponderEliminarDe nada, guapa, el miércoles, más.
ResponderEliminarMuchas gracias por desmontar esos mitos sobre la hipertensión, lo he encontrado muy interesante
ResponderEliminarGracias a ti, Ana Alma, por leerme. Seguro que también te gustarán las próximas entradas, continuando con el tema. Para mantenerte al día, puedes seguirme en Facebook!
EliminarMuchas gracias por aclarar los mitos sobre la hipertensión, realmente interesante
ResponderEliminarHola Pila, soy tu nueva lectora, me ha encantado tu ultima publicación y muchas de las anteriores, son muy interesantes, sigue así, un saludo.
ResponderEliminarmuchas gracias por leerme, por comentar y por los ánimos, me alegra que te guste y te valgan. un beso!
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