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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Mitos sobre la Hipertensión Arterial (2)

Continuamos con la saga de falsas creencias sobre la hipertensión arterial.

MITO 6: yo sólo tengo la tensión alta cuando voy a la consulta.
Es cierto que algunas personas tienen la tensión más alta cuando van al centro de salud. Es lo que se llama la Hipertensión de Bata Blanca. El nerviosismo, el esfuerzo, las emociones, muchas cosas influyen en la tensión arterial en un momento dado.
Por eso las tomas de presión arterial en casa aportan mucha información, porque pueden ser altas y a la vez ser más altas todavía en la consulta.
Realidad: el registro de las tensiones arteriales en el domicilio son una importante fuente de información para que tu médico tome las mejores decisiones sobre tu tratamiento.

MITO 7: cada vez que me tomo la tensión es diferente, mi tensión está loca.
Es completamente normal que la tensión varíe a lo largo del día, condicionada por nuestra actividad, la temperatura, las emociones, la alimentación... incluso la misma toma de la tensión arterial crea un cierto estado de alerta que la modifica. Esta alerta disminuye al repetir la toma, por lo que se suele aconsejar despreciar la primera toma si se hace de forma repetida.
Realidad: la tensión varía a lo largo del día. Para que las tomas seriadas sean comparables, se aconseja tomarla siempre en las condiciones más parecidas posibles, en cuando a la hora del día, la situación de ayuno, la postura corporal, etc.

MITO 8: no me hace falta tomarme la tensión, sé que está alta porque me duele la cabeza.
Muchas personas piensan que esto es así, y nunca se toman la tensión, salvo que les duela la cabeza. El dolor de cabeza es un síntoma muy inespecífico que puede deberse a muchas causas, y a la vez la hipertensión arterial no suele dar síntomas. Igual que "la fiebre es un número", la hipertensión es un número.
Realidad: para saber si la tensión está alta, hay que tomársela. El dolor de cabeza, y cualquier dolor, pueden subir la tensión arterial.

MITO 9: soy de tensión alta, y cuando me la bajo con el tratamiento me siento mal.
El cuerpo se acostumbra a unas cifras tensionales, que no por habituales son normales ni buenas. Al empezar el tratamiento, se puede encontrar unos días menos vital y algo cansado, pero se pasa.
Realidad: el cuerpo se acostumbra a todo. La hipertensión, aunque no dé síntomas, da lugar a serias complicaciones vasculares.

MITO 10: por suerte sangro por la nariz y no más arriba.
Hay quien piensa que el sangrado por la nariz libera la presión que sobra en el organismo, y que eso libra del riesgo de lesión cerebral. No es así, el sangrado nasal suele ser venoso, y el daño de la hipertensión, arterial. La relación podría si acaso ser inversa, el sangrado nasal causa una reacción de estrés que sube la tensión momentáneamente.
Realidad: no hay relación entre el sangrado nasal y el accidente cerebrovascular.

Continuará...

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por desmontar los mitos, es una gozada leer posts como estos

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    1. gracias! espero que éste y otros te hayan resultado interesantes y te ayuden; y además, siempre dispuesta a escuchar sugerencias. Un beso, sol lis, saludos por Mx!

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