31 de mayo, se acaba el mes.
El lunes llegará a la consulta, y se quedará durante todo el mes de junio, Irene Estrada, residente de Medicina Familiar y Comunitaria procedente de la Unidad Docente de Madrid. Viene a hacer con nosotros su rotatorio de Medicina Rural.
Uy, ¿desde tan lejos viene a este pueblito tan chico? Pues sí, porque tiene familia en la zona, y bien rural que es la zona, aquí son 3000 habitantes en una zona de sierra, así que combinará el aprendizaje con la cercanía familiar, que siempre gusta.
Estas líneas son, por tanto, para darle la bienvenida.
Para mí es un motivo de orgullo y satisfacción tenerla con nosotros. Y un reto. Nunca he tenido en la consulta un residente ni un estudiante, espero estar a la altura de sus expectativas y necesidades. Será un acicate para mejorar en mi labor y conocimientos, porque para enseñar bien hay que saber…
En fin, os iré contando cómo resulta la experiencia. De momento, sólo puedo decir
¡Bienvenida, Irene!
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sábado, 31 de mayo de 2014
miércoles, 28 de mayo de 2014
No somos de madera
No, señores, no somos de madera. Ninguno de los profesionales sanitarios que les atendemos.
Nos duele si nos golpeamos, nos cansamos si no dormimos, nos enfermamos en ocasiones (poco, en mi opinión, teniendo en cuenta las circunstancias). Necesitamos comida y bebida para subsistir, tenemos problemas como cualquiera, tenemos cambios de humor.
En resumen, somos humanos.
Nos duelen nuestras cosas, y también las vuestras. Nos preocupamos sinceramente de vuestro bienestar, y contribuimos a él en la medida de nuestras posibilidades. Podemos llegar a sufrir con vuestro sufrimiento: claro que no es igual, pero vaya, que tenemos nuestro corazoncito.
Es decir, que somos humanos.
Tan humanos, que no podemos adivinar en toda ocasión vuestras necesidades y vuestras expectativas.
Mucho se habla de la comunicación con el paciente, y es desde luego una necesidad fundamental. Pero no todos los esfuerzos han de hacerlo los profesionales. Los usuarios de salud han de aprender también a comunicarse de forma eficaz, a expresar claramente lo que les ocurre, lo que sienten, lo que esperan; a realizar sus preguntas. Si no nos habláis, no sabemos lo que sabéis, ni lo que queréis saber.
No sabemos si tenéis satisfacción con el desarrollo de la consulta, ya que no podemos garantizar la satisfacción con los resultados de salud. Si tenéis sugerencias, críticas o halagos.
Por favor: habladnos claro.
Nos duele si nos golpeamos, nos cansamos si no dormimos, nos enfermamos en ocasiones (poco, en mi opinión, teniendo en cuenta las circunstancias). Necesitamos comida y bebida para subsistir, tenemos problemas como cualquiera, tenemos cambios de humor.
En resumen, somos humanos.
Nos duelen nuestras cosas, y también las vuestras. Nos preocupamos sinceramente de vuestro bienestar, y contribuimos a él en la medida de nuestras posibilidades. Podemos llegar a sufrir con vuestro sufrimiento: claro que no es igual, pero vaya, que tenemos nuestro corazoncito.
Es decir, que somos humanos.
Tan humanos, que no podemos adivinar en toda ocasión vuestras necesidades y vuestras expectativas.
Mucho se habla de la comunicación con el paciente, y es desde luego una necesidad fundamental. Pero no todos los esfuerzos han de hacerlo los profesionales. Los usuarios de salud han de aprender también a comunicarse de forma eficaz, a expresar claramente lo que les ocurre, lo que sienten, lo que esperan; a realizar sus preguntas. Si no nos habláis, no sabemos lo que sabéis, ni lo que queréis saber.
No sabemos si tenéis satisfacción con el desarrollo de la consulta, ya que no podemos garantizar la satisfacción con los resultados de salud. Si tenéis sugerencias, críticas o halagos.
Por favor: habladnos claro.
sábado, 24 de mayo de 2014
Los profesionales y los Cuidados Paliativos (y III)
A lo largo de las dos entradas anteriores sobre los Cuidados Paliativos, hemos nombrado en repetidas ocasiones a los “profesionales sanitarios”.
Son los profesionales en el ámbito de la salud que están implicados en la atención a las personas en el proceso de la muerte.
En el domicilio del paciente, los profesionales de referencia son los del Centro de Salud: tu médico y tu enfermero de Familia.
Si lo necesitan, ellos se pueden apoyar, y se apoyarán, en las unidades de Cuidados Paliativos, o en los equipos de soporte de Cuidados Paliativos. También hay recursos para la atención Urgente que se haga necesaria; y a veces es necesario o adecuado el ingreso hospitalario.
Además de estas unidades, hay otros profesionales de apoyo, que son los enfermeros gestores de casos y los trabajadores sociales, que gestionan y proporcionan ayudas técnicas, y otras como la Tarjeta +Cuidados, que acreditan a las cuidadoras y cuidadores como beneficiarios de ciertas ventajas que facilitan su labor y sus vidas.
Sin olvidar otras fuentes de apoyo importantes:
Los Talleres para Cuidadoras que se realizan en tu Centro de Salud
La Escuela de Pacientes, (@escpacientes en Twitter) (y en Facebook) mediante la realización de talleres o por su web, a la que también puedes acceder mediante el Portal de Salud de la Junta de Andalucía.
Salud Responde (902505060)
Ley de Dependencia
Servicio de Respiro Familiar
Programas de voluntariado (asociaciones, ONG)
En fin. Hay mucho que hacer y mucho que mejorar respecto a los cuidados paliativos. Espero que con esta información hayas aprendido que ya se han dado muchos pasos importantes, y que no estáis solos. En estos momentos, tristes, menos que nunca.
Espero que te haya ayudado, y que podamos ayudarte aún más.
Son los profesionales en el ámbito de la salud que están implicados en la atención a las personas en el proceso de la muerte.
En el domicilio del paciente, los profesionales de referencia son los del Centro de Salud: tu médico y tu enfermero de Familia.
Si lo necesitan, ellos se pueden apoyar, y se apoyarán, en las unidades de Cuidados Paliativos, o en los equipos de soporte de Cuidados Paliativos. También hay recursos para la atención Urgente que se haga necesaria; y a veces es necesario o adecuado el ingreso hospitalario.
Además de estas unidades, hay otros profesionales de apoyo, que son los enfermeros gestores de casos y los trabajadores sociales, que gestionan y proporcionan ayudas técnicas, y otras como la Tarjeta +Cuidados, que acreditan a las cuidadoras y cuidadores como beneficiarios de ciertas ventajas que facilitan su labor y sus vidas.
Sin olvidar otras fuentes de apoyo importantes:
Los Talleres para Cuidadoras que se realizan en tu Centro de Salud
La Escuela de Pacientes, (@escpacientes en Twitter) (y en Facebook) mediante la realización de talleres o por su web, a la que también puedes acceder mediante el Portal de Salud de la Junta de Andalucía.
Salud Responde (902505060)
Ley de Dependencia
Servicio de Respiro Familiar
Programas de voluntariado (asociaciones, ONG)
En fin. Hay mucho que hacer y mucho que mejorar respecto a los cuidados paliativos. Espero que con esta información hayas aprendido que ya se han dado muchos pasos importantes, y que no estáis solos. En estos momentos, tristes, menos que nunca.
Espero que te haya ayudado, y que podamos ayudarte aún más.
miércoles, 21 de mayo de 2014
Más conceptos relacionados con los Cuidados Paliativos(II)
Dejamos pendiente el sábado, para continuar hoy, hablando sobre la Declaración de Voluntades Vitales Anticipadas. ¿´Qué es eso?
La Declaración de Voluntades Vitales Anticipadas es un documento en el que se recogen las voluntades, valores, deseos e instrucciones de una persona sobre las actuaciones sanitarias que se quieren o no recibir en el futuro, en el fin de la vida. Da además la oportunidad de nombrar a un representante en caso de que uno mismo no pueda pronunciarse.
Este documento se inscribe en el Registro creado al efecto, y ha de ser consultado por los profesionales sanitarios llegado el momento. Este registro de momento tiene validez en Andalucía, hasta que se conecte definitivamente con el registro nacional.
Puedes consultar más información en la web del Servicio Andaluz de Salud, que te llevará si lo deseas al Registro de Voluntades Vitales Anticipadas de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.
Vamos a ir pasando a otras cosas. Por ejemplo, la valoración sanitaria que hacen los profesionales.
Se valoran por supuesto los síntomas que presenta el paciente, la evolución y el pronóstico: de una manera general, vamos a entendernos, no se puede predecir el pronóstico de vida; pero también la funcionalidad (las capacidades y limitaciones), el grado de conocimiento de la enfermedad que tiene la persona y la familia, y otras necesidades: emocionales, espirituales, existenciales (cuerpo y alma son indivisibles, finalmente, y todo hay que cuidarlo), y el entorno sociofamiliar: apoyo, recursos, cuidadores, conocimientos, actitudes, necesidades.
Con todos esos datos se hace un Plan de actuación: Quién hace qué cosa, dónde (domicilio, hospital, residencia sociosanitaria), y cuáles son las necesidades más urgentes, para priorizar.
Los síntomas más frecuentes son relacionados con la propia enfermedad, o en ocasiones con la situación de encamamiento a la que la misma lleva a la persona. Son el DOLOR, el INSOMNIO, las NÁUSEAS, los VÓMITOS, el ESTREÑIMIENTO, la ANOREXIA, la CONFUSIÓN, la DEBILIDAD, la ASFIXIA, la DEPRESIÓN y la ANSIEDAD. Además, todo empeora por el temor, la ansiedad y la depresión.
Los pacientes y sus familias también necesitan apoyo psicoemocional.
Además, hay algunas medidas sencillas, como la postura, tener la cama limpia, el uso de almohadas, los masajes, que pueden ayudar mucho a mejorar la calidad de vida de nuestras personas queridas tan enfermas.
Pero a pesar de todo, puede llegar el momento en que los síntomas se hagan refractarios, es decir, que no se pueden controlar: para reducir el sufrimiento, se puede hacer una reducción del estado de conciencia, es lo que llamamos la “sedación paliativa”. Puede ser temporal, o al contrario, mantenerse hasta el final. Depende, dentro de las preferencias de la persona y/o la familia, de las necesidades valoradas por los profesionales y de las diferentes opciones disponibles: es decir, tras la valoración de los síntomas como refractarios por parte de los profesionales, se valoran las opciones teniendo en cuenta y respetando la voluntad del paciente, expresada verbalmente o mediante la declaración de Voluntades Vitales Anticipadas; o en su defecto, la de sus familiares.
La Declaración de Voluntades Vitales Anticipadas es un documento en el que se recogen las voluntades, valores, deseos e instrucciones de una persona sobre las actuaciones sanitarias que se quieren o no recibir en el futuro, en el fin de la vida. Da además la oportunidad de nombrar a un representante en caso de que uno mismo no pueda pronunciarse.
Este documento se inscribe en el Registro creado al efecto, y ha de ser consultado por los profesionales sanitarios llegado el momento. Este registro de momento tiene validez en Andalucía, hasta que se conecte definitivamente con el registro nacional.
Puedes consultar más información en la web del Servicio Andaluz de Salud, que te llevará si lo deseas al Registro de Voluntades Vitales Anticipadas de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.
Vamos a ir pasando a otras cosas. Por ejemplo, la valoración sanitaria que hacen los profesionales.
Se valoran por supuesto los síntomas que presenta el paciente, la evolución y el pronóstico: de una manera general, vamos a entendernos, no se puede predecir el pronóstico de vida; pero también la funcionalidad (las capacidades y limitaciones), el grado de conocimiento de la enfermedad que tiene la persona y la familia, y otras necesidades: emocionales, espirituales, existenciales (cuerpo y alma son indivisibles, finalmente, y todo hay que cuidarlo), y el entorno sociofamiliar: apoyo, recursos, cuidadores, conocimientos, actitudes, necesidades.
Con todos esos datos se hace un Plan de actuación: Quién hace qué cosa, dónde (domicilio, hospital, residencia sociosanitaria), y cuáles son las necesidades más urgentes, para priorizar.
Los síntomas más frecuentes son relacionados con la propia enfermedad, o en ocasiones con la situación de encamamiento a la que la misma lleva a la persona. Son el DOLOR, el INSOMNIO, las NÁUSEAS, los VÓMITOS, el ESTREÑIMIENTO, la ANOREXIA, la CONFUSIÓN, la DEBILIDAD, la ASFIXIA, la DEPRESIÓN y la ANSIEDAD. Además, todo empeora por el temor, la ansiedad y la depresión.
Los pacientes y sus familias también necesitan apoyo psicoemocional.
Además, hay algunas medidas sencillas, como la postura, tener la cama limpia, el uso de almohadas, los masajes, que pueden ayudar mucho a mejorar la calidad de vida de nuestras personas queridas tan enfermas.
Pero a pesar de todo, puede llegar el momento en que los síntomas se hagan refractarios, es decir, que no se pueden controlar: para reducir el sufrimiento, se puede hacer una reducción del estado de conciencia, es lo que llamamos la “sedación paliativa”. Puede ser temporal, o al contrario, mantenerse hasta el final. Depende, dentro de las preferencias de la persona y/o la familia, de las necesidades valoradas por los profesionales y de las diferentes opciones disponibles: es decir, tras la valoración de los síntomas como refractarios por parte de los profesionales, se valoran las opciones teniendo en cuenta y respetando la voluntad del paciente, expresada verbalmente o mediante la declaración de Voluntades Vitales Anticipadas; o en su defecto, la de sus familiares.
sábado, 17 de mayo de 2014
¿Qué son los Cuidados Paliativos? (I)
Los cuidados paliativos son la atención sanitaria que se presta al final de la vida, para mejorar la calidad de vida del paciente y de sus familiares ante una enfermedad terminal.
Digamos, de forma coloquial, “para que no lo pasen mal, o tan mal, dentro de lo posible”.
Es un área de la atención sanitaria que hasta ahora no ha tenido mucha visibilidad, con la labor tan importante, sacrificada y abnegada que se hace, y por suerte eso va cambiando: tanto entre los profesionales como en la población general los profesionales que se dedican a los Cuidados Paliativos han de dejar de ser desconocidos o temidos, y es que a veces resulta difícil acercarse a la reflexión sobre la muerte por los sentimientos que genera: dolor, pérdida, miedo incluso.
Y por eso hoy quiero hablar de ello, para hacerlo más cercano y conocido.
Vamos a comenzar hoy explicando algunos conceptos importantes para poder hacernos una idea de conjunto.
Enfermedad terminal es una enfermedad incurable, avanzada, progresiva, sin posibilidad razonable de respuesta a tratamiento curativo y pronóstico de vida limitado. Puede ser de cualquier causa, ocurrir a cualquier edad, y encontrarse el paciente y su familia en cualquier lugar.
Por ello, los equipos de Cuidados Paliativos hacen una valoración de las necesidades para establecer un plan individualizado, y flexible en el tiempo para atender nuevas necesidades que surjan, siempre respetando los deseos del paciente y de la familia.
La familia es el pilar básico de los cuidados. Trabajan con él, sufren por y con él, y temen a la vez la pérdida. Esto afecta a su salud física y emocional, tanto en la enfermedad como posteriormente en el duelo. Por eso la atención no es sólo para el enfermo, sino para su familia y cuidadores, que también nos necesitarán antes y después del inevitable fallecimiento.
Hay leyes que regulan el derecho a los Cuidados Paliativos: el Derecho a la Dignidad en el Proceso de Morir: cuidados integrales, atención al dolor y sedación paliativa. En este aspecto, es fundamental la información y comunicación para la participación en la toma de decisiones. Estas leyes existen para velar por el cumplimiento de los derechos y deberes tanto de los afectados como de los profesionales implicados, y es importante conocerlas.
El enfermo puede recibir toda la información que precise, desee o demande; y tiene derecho a no recibir información si no quiere. Pero ocultar o falsear información es perjudicial, si la persona desea recibirla, para tomar sus decisiones no sólo en cuanto a la atención sanitaria, sino familiar, emocional, espiritual, económica, etc. Es verdad que es difícil y duro a veces dar malas noticias y hablar de asuntos que pueden resultar dolorosos, pero también resulta doloroso para la persona que además de estar enferma, se ve rodeado del silencio cómplice de los que le rodean y le dejan en la oscuridad del desconocimiento sobre su propia salud y su vida contra su voluntad.
Entonces, la información ha de ser clara, cercana y comprensible; y continua a lo largo del tiempo. Y la decisión tomada ha de ser respetada, y nunca suponer la interrupción de la atención sanitaria.
La persona puede decidir aceptar o rechazar el tratamiento, en cualquier caso: salvo que ello suponga un riesgo para la Salud Pública, o suponga una urgencia no demorable sin que haya conocimiento de las preferencias de la persona.
También puede decidirse por una limitación en el esfuerzo terapéutico: significa retirar o no usar medidas de soporte que prolongan el tiempo de vida sin una expectativa razonable de mejoría.
Estas decisiones se toman según los datos clínicos y la opinión del afectado o sus familiares en caso de que no pueda o no se quiera pronunciar, si la ha expresado o si ha hecho Declaración de Voluntades Vitales Anticipadas.
Sobre la Declaración de Voluntades Vitales Anticipadas y otros temas relacionados, seguiremos comentando en las próximas entradas.
¡Espero que os resulte útil!
Digamos, de forma coloquial, “para que no lo pasen mal, o tan mal, dentro de lo posible”.
Es un área de la atención sanitaria que hasta ahora no ha tenido mucha visibilidad, con la labor tan importante, sacrificada y abnegada que se hace, y por suerte eso va cambiando: tanto entre los profesionales como en la población general los profesionales que se dedican a los Cuidados Paliativos han de dejar de ser desconocidos o temidos, y es que a veces resulta difícil acercarse a la reflexión sobre la muerte por los sentimientos que genera: dolor, pérdida, miedo incluso.
Y por eso hoy quiero hablar de ello, para hacerlo más cercano y conocido.
Vamos a comenzar hoy explicando algunos conceptos importantes para poder hacernos una idea de conjunto.
Enfermedad terminal es una enfermedad incurable, avanzada, progresiva, sin posibilidad razonable de respuesta a tratamiento curativo y pronóstico de vida limitado. Puede ser de cualquier causa, ocurrir a cualquier edad, y encontrarse el paciente y su familia en cualquier lugar.
Por ello, los equipos de Cuidados Paliativos hacen una valoración de las necesidades para establecer un plan individualizado, y flexible en el tiempo para atender nuevas necesidades que surjan, siempre respetando los deseos del paciente y de la familia.
La familia es el pilar básico de los cuidados. Trabajan con él, sufren por y con él, y temen a la vez la pérdida. Esto afecta a su salud física y emocional, tanto en la enfermedad como posteriormente en el duelo. Por eso la atención no es sólo para el enfermo, sino para su familia y cuidadores, que también nos necesitarán antes y después del inevitable fallecimiento.
Hay leyes que regulan el derecho a los Cuidados Paliativos: el Derecho a la Dignidad en el Proceso de Morir: cuidados integrales, atención al dolor y sedación paliativa. En este aspecto, es fundamental la información y comunicación para la participación en la toma de decisiones. Estas leyes existen para velar por el cumplimiento de los derechos y deberes tanto de los afectados como de los profesionales implicados, y es importante conocerlas.
El enfermo puede recibir toda la información que precise, desee o demande; y tiene derecho a no recibir información si no quiere. Pero ocultar o falsear información es perjudicial, si la persona desea recibirla, para tomar sus decisiones no sólo en cuanto a la atención sanitaria, sino familiar, emocional, espiritual, económica, etc. Es verdad que es difícil y duro a veces dar malas noticias y hablar de asuntos que pueden resultar dolorosos, pero también resulta doloroso para la persona que además de estar enferma, se ve rodeado del silencio cómplice de los que le rodean y le dejan en la oscuridad del desconocimiento sobre su propia salud y su vida contra su voluntad.
Entonces, la información ha de ser clara, cercana y comprensible; y continua a lo largo del tiempo. Y la decisión tomada ha de ser respetada, y nunca suponer la interrupción de la atención sanitaria.
La persona puede decidir aceptar o rechazar el tratamiento, en cualquier caso: salvo que ello suponga un riesgo para la Salud Pública, o suponga una urgencia no demorable sin que haya conocimiento de las preferencias de la persona.
También puede decidirse por una limitación en el esfuerzo terapéutico: significa retirar o no usar medidas de soporte que prolongan el tiempo de vida sin una expectativa razonable de mejoría.
Estas decisiones se toman según los datos clínicos y la opinión del afectado o sus familiares en caso de que no pueda o no se quiera pronunciar, si la ha expresado o si ha hecho Declaración de Voluntades Vitales Anticipadas.
Sobre la Declaración de Voluntades Vitales Anticipadas y otros temas relacionados, seguiremos comentando en las próximas entradas.
¡Espero que os resulte útil!
miércoles, 14 de mayo de 2014
Acreditación de competencias profesionales
Hace unos días tuvo lugar en Sevilla la entrega de diplomas de la Acreditación de Competencias Profesionales, de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía.
Y allí estaba yo, porque hace un par de años conseguí dicha acreditación. Y tuve la posibilidad de acudir a este acto, y me gustó, claro, porque a todos nos gusta en reconocimiento. Y además encontré a algunos antiguos y actuales compañeros de trabajo, y de la carrera, lo que fue emotivo y alegre.
Pero también este acto ha dado lugar a varias reflexiones por mi parte.
Estoy contenta de haber obtenido dicha acreditación, claro. En absoluto arrepentida del tiempo que le dediqué. Pero, ¿por qué me acredité?
Pues no nos engañemos. Me acredité porque era uno de los objetivos de mi unidad ese año. Sin ningún interés personal en ello, ya que no tengo acceso a la carrera profesional, al no ser propietaria de plaza por oposición, y a pesar de llevar más de cinco años como interina en la misma plaza sin que se hayan convocado oposiciones. Por lo que la acreditación de competencias no me renta nada económicamente.
Lo hice, motivada por el objetivo, porque sabía que podía hacerlo. A lo mejor suena soberbio por mi parte, pero como me parecía que hago bien mi trabajo, pensé que no me costaría demostrarlo. Y fue cierto, no me costó alcanzar holgadamente a recopilar las pruebas necesarias para el objetivo del primer escalón en la acreditación en pocas semanas. Y tampoco quise llegar a más: primero, porque no tenía motivación personal, y segundo porque al reacreditarme a los cinco años debía mantener o mejorar el nivel, y aspirar al siguiente nivel me obligaba a mí misma a más exigencia al cabo de los cinco años. Pasito a pasito…
Lo cierto es que conforme avanzaba en el proceso, me iba entusiasmando, porque comprobaba que efectivamente mi trabajo era lo bueno que yo creía, y porque empezaba a encontrar sentido a todo: a lo que hago a diario en la consulta y a la construcción del sistema de acreditación de competencias.
Y llega el otro día, y en la ceremonia en la que se nos entregan los diplomas, y nos hacemos fotos de familia con la Consejera, el director de ACSA entre otros, se nos reconoce el esfuerzo y sacrificio que nos ha supuesto alcanzar la acreditación, y avanzar hacia la excelencia, ser modelos y referentes para nuestros compañeros y abanderar la calidad de nuestro sistema sanitario.
Entonces yo pienso que soy afortunada, en comparación con algunos de los que están allí. Acreditados, en nivel avanzado, algunos experto, algún que otro excelente. Se les agradece y reconoce, pero seguro que preferirían que esta acreditación en el nivel de competencias profesionales les puntuara en bolsa, se baremara en oposiciones, y les sacara de la incertidumbre y precariedad del contrato eventual al 75% que contrasta tanto con tanto reconocimiento, tanto agradecimiento y los besos que la Sra. Sánchez Rubio les plantó en ambas mejillas.
Profesionales competentes, dicho por el mismo Servicio Andaluz de Salud, minusvalorados y desaprovechados. Y lo siguen siendo por ética y por pundonor.
Ya otro día os cuento de la convivencia de pijamas verdes, celestes, batas blancas, zuecos y fonendos con ropa de calle. Menuda fiesta de microbios, oiga. Pero lo dicho, lo dejamos para otro día.
sábado, 10 de mayo de 2014
Cómo me da tiempo a hacer tantas cosas
Eso me pregunta @moncayo_sonia, que es una habitual seguidora de mis andanzas 1.0 y 2.0, además de una buena amiga.
Eso me decía el otro día, que cómo me da tiempo a hacer tantas cosas. Lo que me lleva a pensar si de verdad hago tantas cosas… y creo que sí, la verdad, que hago bastantes cosas aunque no soy la única.
¿Cómo lo hago? La verdad, me parece tontería contaros mi día a día, no me parece tan interesante. Pero sí me parece más importante compartir mis planteamientos, que al final son lo que me guía.
No por orden de importancia, pero lo primero que quiero destacar es la planificación. Soy una habitual planificadora. Me gusta el orden y la organización. Me ahorra mucho tiempo no tener que buscar cosas ni ideas perdidas. Tomo muchas notas, en papel o en el móvil: contraseñas largas, tareas pendientes, ideas para entradas a este blog que surgen en cualquier momento, listas de la compra. Hasta en las manos, y luego Paco y mi hija me dicen que soy una niña chica. Dentro de esa planificación entra la flexibilidad de manejar la improvisación, hay que prever tiempo para los incidentes. Porque a veces las cosas no son como una las había previsto. Eso es una realidad de la que hay que ser consciente.
Después, es importante manejar las herramientas adecuadas. Llegar a conocerlas es fundamental, para no perder tiempo y para aspirar a conseguir buenos resultados. A esto, pese a quien pese, se llega desde el estudio casi siempre, o desde la casualidad o el instinto en ocasiones.
Por ejemplo, sin ir más lejos, uso dispositivos electrónicos continuamente. Ordenador en la consulta, mi inseparable portátil, móvil, tablet, kindle, son parte de mi equipaje habitual. Aprender a manejarlos bien es fundamental. Reconozco que no soy capaz ni de encenderlos sin leer primero los manuales. Puedo tardar más que otros, más intuitivos, que no lo hacen, pero a la postre conoceré todas las funcionalidades de mis maquinitas. Si he de reescribir un texto una otra vez, me lo guardo en un documento y copio/pego. Tengo las hojas informativas en el ordenador, tardo menos en imprimirlas que en buscar una fotocopia, y es más ecológico. Además no necesito tantas carpetas a mi alrededor, y mi mesa está más ordenada.
Es cierto que otras veces averiguas que lo que haces es lo correcto. Por ejemplo para el estudio. Después de trabajar unas 240 horas al mes, llevar una casa con la ayuda de mi imprescindible Aurori, criar una hija adolescente y mantener unas aceptablemente sanas relaciones sociales, escribir dos entradas semanales para éste mi blog, no me da tiempo a estudiar ni leer sobre todo lo que se publica relacionado con mi profesión, y debo hacerlo para prestar la mejor asistencia posible a mis pacientes. Así que desde hace años me suscribí por correo electrónico a Medscape, una web que aglutina las publicaciones más actuales en los diferentes campos de la medicina. Luego llegó Twitter, y tras acudir a los talleres que cambiaron mi vida virtual, comprendí cómo usarlo profesionalmente. Comencé a seguir a profesionales médicos, enfermeros, farmacéuticos, gestores… que son mis referentes por calidad, por actitudes, por ideología, por diferentes motivos son un modelo para mí. Los leo a ellos, y procuro leer lo que ellos leen, aspirando a un día acercarme a su nivel.
A veces las circunstancias de la consulta diaria me hace estudiar sobre algo concreto, para profundizar según las necesidades que surjan. Como hace poco, que necesité una actualización en profundidad sobre el Reflujo Gastroesofágico en el lactante.
Y resulta que ha sido hace poco cuando me entero que todo eso, que he ido haciendo a lo largo de los años de forma más o menos intuitiva, se llama “crear mi PLE” (Personal Learning Environment, significa “entorno personal de aprendizaje”). Me parece que, si mi formación autodidacta tiene un nombre, y se ha sistematizado, no lo habré estado haciendo tan mal.
Pero todo esto parece muy frío. ¿O no? A mí me parece frío, falta que os cuente lo fundamental. La pasión. Poner el corazón en todo lo que hagas. Estudiando, trabajando en la consulta, pintando puertas o haciendo mermelada de calabaza, todo lo que hago lleva lo mejor de mí, y lo hago con ganas. Si doy un abrazo, lo doy con ganas. Si friego platos pongo todas mis energías. Como con apetito, y duermo profundamente.
Las cosas hechas con corazón no pesan tanto, no llevan al hastío. Se hacen antes y mejor. Sonreir usa más músculos que fruncir el ceño, y no salen patas de gallo. El entusiasmo es contagioso, y si no lo encuentro a mi alrededor, lo busco dentro de mí. Y lo saco para compartirlo con los que me rodean, si se dejan (eso ya es cuestión de cada uno, quien quiera seguir viviendo como una seta es muy libre de hacerlo, pero luego no quiero oir lloriqueos).
Al fin y al cabo, la vida no es un proyecto para el futuro. Es mi día a día, y los mejores son los que amanecen agradeciendo lo mucho que tengo y la oportunidad de crear un buen día con ello; y acaban con un suspiro de satisfacción mientras se me cierran los ojos.
Claro que me canso, por eso duermo profundamente. Y algunas veces salgo dañada, porque la vida no siempre va por la parte soleada del sendero. Si me toca llorar, también lloro hasta la deshidratación, pero luego me levanto, me sacudo la ropa, acepto la lección y sigo BUSCANDO LA MEJOR VIDA QUE SEA CAPAZ DE CONSEGUIR. La de la satisfacción por el trabajo bien hecho, y que no me falten retos de cosas por mejorar. La de tener personas significativas en mi vida que me “saben llevar”, y no sólo toleran sino que dan aliento a mis desbordes de energía tanto como al “zapateao” por mis frustraciones. La de los días de descanso para recargar las pilas y los días que me quedo sin pilas. La del amor de las pequeñas cosas, de lo cotidiano, sin despreciar los días excepcionales.
Me da tiempo a hacer de todo porque no renuncio a nada.
Eso me decía el otro día, que cómo me da tiempo a hacer tantas cosas. Lo que me lleva a pensar si de verdad hago tantas cosas… y creo que sí, la verdad, que hago bastantes cosas aunque no soy la única.
¿Cómo lo hago? La verdad, me parece tontería contaros mi día a día, no me parece tan interesante. Pero sí me parece más importante compartir mis planteamientos, que al final son lo que me guía.
No por orden de importancia, pero lo primero que quiero destacar es la planificación. Soy una habitual planificadora. Me gusta el orden y la organización. Me ahorra mucho tiempo no tener que buscar cosas ni ideas perdidas. Tomo muchas notas, en papel o en el móvil: contraseñas largas, tareas pendientes, ideas para entradas a este blog que surgen en cualquier momento, listas de la compra. Hasta en las manos, y luego Paco y mi hija me dicen que soy una niña chica. Dentro de esa planificación entra la flexibilidad de manejar la improvisación, hay que prever tiempo para los incidentes. Porque a veces las cosas no son como una las había previsto. Eso es una realidad de la que hay que ser consciente.
Después, es importante manejar las herramientas adecuadas. Llegar a conocerlas es fundamental, para no perder tiempo y para aspirar a conseguir buenos resultados. A esto, pese a quien pese, se llega desde el estudio casi siempre, o desde la casualidad o el instinto en ocasiones.
Por ejemplo, sin ir más lejos, uso dispositivos electrónicos continuamente. Ordenador en la consulta, mi inseparable portátil, móvil, tablet, kindle, son parte de mi equipaje habitual. Aprender a manejarlos bien es fundamental. Reconozco que no soy capaz ni de encenderlos sin leer primero los manuales. Puedo tardar más que otros, más intuitivos, que no lo hacen, pero a la postre conoceré todas las funcionalidades de mis maquinitas. Si he de reescribir un texto una otra vez, me lo guardo en un documento y copio/pego. Tengo las hojas informativas en el ordenador, tardo menos en imprimirlas que en buscar una fotocopia, y es más ecológico. Además no necesito tantas carpetas a mi alrededor, y mi mesa está más ordenada.
Es cierto que otras veces averiguas que lo que haces es lo correcto. Por ejemplo para el estudio. Después de trabajar unas 240 horas al mes, llevar una casa con la ayuda de mi imprescindible Aurori, criar una hija adolescente y mantener unas aceptablemente sanas relaciones sociales, escribir dos entradas semanales para éste mi blog, no me da tiempo a estudiar ni leer sobre todo lo que se publica relacionado con mi profesión, y debo hacerlo para prestar la mejor asistencia posible a mis pacientes. Así que desde hace años me suscribí por correo electrónico a Medscape, una web que aglutina las publicaciones más actuales en los diferentes campos de la medicina. Luego llegó Twitter, y tras acudir a los talleres que cambiaron mi vida virtual, comprendí cómo usarlo profesionalmente. Comencé a seguir a profesionales médicos, enfermeros, farmacéuticos, gestores… que son mis referentes por calidad, por actitudes, por ideología, por diferentes motivos son un modelo para mí. Los leo a ellos, y procuro leer lo que ellos leen, aspirando a un día acercarme a su nivel.
A veces las circunstancias de la consulta diaria me hace estudiar sobre algo concreto, para profundizar según las necesidades que surjan. Como hace poco, que necesité una actualización en profundidad sobre el Reflujo Gastroesofágico en el lactante.
Y resulta que ha sido hace poco cuando me entero que todo eso, que he ido haciendo a lo largo de los años de forma más o menos intuitiva, se llama “crear mi PLE” (Personal Learning Environment, significa “entorno personal de aprendizaje”). Me parece que, si mi formación autodidacta tiene un nombre, y se ha sistematizado, no lo habré estado haciendo tan mal.
Pero todo esto parece muy frío. ¿O no? A mí me parece frío, falta que os cuente lo fundamental. La pasión. Poner el corazón en todo lo que hagas. Estudiando, trabajando en la consulta, pintando puertas o haciendo mermelada de calabaza, todo lo que hago lleva lo mejor de mí, y lo hago con ganas. Si doy un abrazo, lo doy con ganas. Si friego platos pongo todas mis energías. Como con apetito, y duermo profundamente.
Las cosas hechas con corazón no pesan tanto, no llevan al hastío. Se hacen antes y mejor. Sonreir usa más músculos que fruncir el ceño, y no salen patas de gallo. El entusiasmo es contagioso, y si no lo encuentro a mi alrededor, lo busco dentro de mí. Y lo saco para compartirlo con los que me rodean, si se dejan (eso ya es cuestión de cada uno, quien quiera seguir viviendo como una seta es muy libre de hacerlo, pero luego no quiero oir lloriqueos).
Al fin y al cabo, la vida no es un proyecto para el futuro. Es mi día a día, y los mejores son los que amanecen agradeciendo lo mucho que tengo y la oportunidad de crear un buen día con ello; y acaban con un suspiro de satisfacción mientras se me cierran los ojos.
Claro que me canso, por eso duermo profundamente. Y algunas veces salgo dañada, porque la vida no siempre va por la parte soleada del sendero. Si me toca llorar, también lloro hasta la deshidratación, pero luego me levanto, me sacudo la ropa, acepto la lección y sigo BUSCANDO LA MEJOR VIDA QUE SEA CAPAZ DE CONSEGUIR. La de la satisfacción por el trabajo bien hecho, y que no me falten retos de cosas por mejorar. La de tener personas significativas en mi vida que me “saben llevar”, y no sólo toleran sino que dan aliento a mis desbordes de energía tanto como al “zapateao” por mis frustraciones. La de los días de descanso para recargar las pilas y los días que me quedo sin pilas. La del amor de las pequeñas cosas, de lo cotidiano, sin despreciar los días excepcionales.
Me da tiempo a hacer de todo porque no renuncio a nada.
miércoles, 7 de mayo de 2014
Sexualidad y anticonceptivos (III)
Existen otros métodos anticonceptivos de eficacia muy limitada, por lo que no son aconsejados.
El método de la abstinencia periódica consiste en abstenerse de relaciones sexuales en las fechas cercanas a la ovulación. Que se calculan por el método de Ogino, o por la temperatura basal.
No nos engañemos. Son más eficaces para buscar un embarazo deseado que para evitar un embarazo no deseado.
La “marcha atrás” no da protección anticonceptiva en absoluto. Ya hemos anotado antes que la secreción de las glándulas de Cowper contienen espermatozoides. “Antes de llover, chispea”. Tiene otros inconvenientes, como que no protege tampoco de enfermedades de transmisión sexual, y da problemas de congestión pélvica y dolor en las relaciones (insatisfactorias).
Hay otros métodos que no son métodos. Quiero decir, que se pretenden usar como método anticonceptivo pero no lo son.
La lactancia se mantiene gracias a una hormona que se llama prolactina, que dificulta pero no impide la ovulación. Así que sí, se puede una mujer quedar embarazada dando pecho. Hay píldoras anticonceptivas que se pueden usar durante la lactancia, si es el método que deseas, pregunta a tu médico.
Se llama coito vulvar a eyacular en la vulva, que es la entrada a la vagina. Los espermatozoides tienen gran movilidad, y son rápidos, pueden ascender por vagina hasta el útero y fecundar. Por eso durante el petting hay que cuidar de no eyacular en la vulva, porque así sí es posible el embarazo.
Por el mismo motivo, el lavado vaginal no es un método anticonceptivo aceptable. Además altera la flora vaginal natural, con lo que se favorecen las irritaciones e infecciones.
La píldora del día después no es un método anticonceptivo. Es un método de “emergencia”, para usarlo una o ninguna vez en la vida, ha de ser excepcional por las alteraciones que producen en el ciclo hormonal natural: se da una alta dosis de hormona, que al descender bruscamente da lugar a un sangrado equivalente a la regla. Antes de usarlo, es imprescindible consultar en un centro sanitario.
Emergencia va entre comillas porque no hay que salir corriendo. Es igual de eficaz usado en las primeras 72 horas tras el coito de riesgo.
Mención aparte a la esterilización por ser un método permanente. En hombres, la vasectomía consiste en la sección de los conductos deferentes, que son los que llevan los espermatozoides desde los testículos: sigue habiendo eyaculación, pero ésta no lleva espermatozoides. Es una breve intervención que se realiza bajo anestesia local.
En mujer es la ligadura de trompas. Se obstruyen o seccionan las Trompas de Falopio. El ciclo menstrual es igual. Es una cirugía mayor, con ingreso y anestesia, y todos los riesgos quirúrgicos correspondientes. Existen otros métodos definitivos femeninos de los que tu médico te puede informar, aunque su disponibilidad no es tan amplia.
En ningún caso afectan al comportamiento o desempeño sexual. Pero si no está bien asumido o no se está adecuadamente informado, puede dar lugar a alteraciones psicológicas.
Y por último: el aborto no es un método anticonceptivo. Es la interrupción de un embarazo, es realmente el fracaso de la Planificación Familiar. Por sus implicaciones psicológicas y morales, es una decisión difícil sobre la que hay que reflexionar profundamente antes de hacerla definitiva. Siempre es agresivo, es una intervención quirúrgica. La supervisión médica supone una garantía sanitaria.
El método de la abstinencia periódica consiste en abstenerse de relaciones sexuales en las fechas cercanas a la ovulación. Que se calculan por el método de Ogino, o por la temperatura basal.
No nos engañemos. Son más eficaces para buscar un embarazo deseado que para evitar un embarazo no deseado.
La “marcha atrás” no da protección anticonceptiva en absoluto. Ya hemos anotado antes que la secreción de las glándulas de Cowper contienen espermatozoides. “Antes de llover, chispea”. Tiene otros inconvenientes, como que no protege tampoco de enfermedades de transmisión sexual, y da problemas de congestión pélvica y dolor en las relaciones (insatisfactorias).
Hay otros métodos que no son métodos. Quiero decir, que se pretenden usar como método anticonceptivo pero no lo son.
La lactancia se mantiene gracias a una hormona que se llama prolactina, que dificulta pero no impide la ovulación. Así que sí, se puede una mujer quedar embarazada dando pecho. Hay píldoras anticonceptivas que se pueden usar durante la lactancia, si es el método que deseas, pregunta a tu médico.
Se llama coito vulvar a eyacular en la vulva, que es la entrada a la vagina. Los espermatozoides tienen gran movilidad, y son rápidos, pueden ascender por vagina hasta el útero y fecundar. Por eso durante el petting hay que cuidar de no eyacular en la vulva, porque así sí es posible el embarazo.
Por el mismo motivo, el lavado vaginal no es un método anticonceptivo aceptable. Además altera la flora vaginal natural, con lo que se favorecen las irritaciones e infecciones.
La píldora del día después no es un método anticonceptivo. Es un método de “emergencia”, para usarlo una o ninguna vez en la vida, ha de ser excepcional por las alteraciones que producen en el ciclo hormonal natural: se da una alta dosis de hormona, que al descender bruscamente da lugar a un sangrado equivalente a la regla. Antes de usarlo, es imprescindible consultar en un centro sanitario.
Emergencia va entre comillas porque no hay que salir corriendo. Es igual de eficaz usado en las primeras 72 horas tras el coito de riesgo.
Mención aparte a la esterilización por ser un método permanente. En hombres, la vasectomía consiste en la sección de los conductos deferentes, que son los que llevan los espermatozoides desde los testículos: sigue habiendo eyaculación, pero ésta no lleva espermatozoides. Es una breve intervención que se realiza bajo anestesia local.
En mujer es la ligadura de trompas. Se obstruyen o seccionan las Trompas de Falopio. El ciclo menstrual es igual. Es una cirugía mayor, con ingreso y anestesia, y todos los riesgos quirúrgicos correspondientes. Existen otros métodos definitivos femeninos de los que tu médico te puede informar, aunque su disponibilidad no es tan amplia.
En ningún caso afectan al comportamiento o desempeño sexual. Pero si no está bien asumido o no se está adecuadamente informado, puede dar lugar a alteraciones psicológicas.
Y por último: el aborto no es un método anticonceptivo. Es la interrupción de un embarazo, es realmente el fracaso de la Planificación Familiar. Por sus implicaciones psicológicas y morales, es una decisión difícil sobre la que hay que reflexionar profundamente antes de hacerla definitiva. Siempre es agresivo, es una intervención quirúrgica. La supervisión médica supone una garantía sanitaria.
sábado, 3 de mayo de 2014
Sexualidad y anticonceptivos (II)
Voy hoy a explicaros en más detalle los métodos anticonceptivos más eficaces y más utilizados. Con esto pretendo que vayáis mejor informados a la hora de solicitar consejo anticonceptivo a vuestro centro de salud.
La píldora anticonceptiva contiene hormonas sexuales, en una combinación fija, que al suprimir las oscilaciones propias de las mismas a lo largo del normal ciclo menstrual, impiden la ovulación y espesan el moco cervical (del cuello del útero o matriz, que también se llama): con ello se dificulta el acceso de espermatozoides al útero, y no hay óvulo con el que encontrarse.
Es el más seguro, bien tomado. Bien tomado significa tomar una píldora al día, aproximadamente a la misma hora, durante 21 días consecutivos, seguidos de otros 7 días de descanso durante el que aparece un sangrado equivalente a la regla.
Si olvidas una píldora y han pasado menos de 12 horas,tómala.
Si han pasado más de 12 horas, descártala, sigue con el resto del envase y añade otro método anticonceptivo hasta el final de ese ciclo.
Hay factores que influyen en su eficacia: como los vómitos, las diarreas, y la toma a la vez de otros tratamientos, entre los que destacan por frecuentes algunos antibióticos. No olvides decir al médico que te vaya a prescribir antibióticos que estás tomando anticonceptivos para que te informe sobre su influencia, y ante la duda, añade otro método anticonceptivo hasta el final del ciclo.
No debes tomar anticonceptivos hormonales por tu cuenta, ya que existen contraindicaciones a su uso, algunas de ellas serias. Y provocan efectos secundarios a veces. Es imprescindible que consultes a tu médico.
Existen otras presentaciones de anticonceptivos hormonales en forma de parches transdérmicos y anillos vaginales; se diferencian en la periodicidad de recambio, en el precio, y en que no se influyen por alteraciones gastrointestinales, pero sí igual por otros tratamientos y tienen la mismas contraindicaciones y efectos secundarios. ¡Consulta!
El DIU, es un dispositivo que se coloca dentro del útero. Impide la implantación del cigoto en el endometrio, que es la capa interna del útero. Se coloca en la consulta, del médico de familia entrenado en esta técnica, o del ginecólogo. Igualmente se extrae o se cambia (cosa que hay que hacer cada 5 años habitualmente) en las mismas consultas, durante la regla, de forma que el orificio cervical sea más accesible. No es recomendable si no has tenido hijos antes, si tienes reglas muy abundantes o si no hay garantías de adecuadas condiciones higiénicas.
El preservativo, o condón, es una funda de látex o silicona (para alérgicos) que cubre el pene durante la penetración. Impide que los espermatozoides accedan a la vagina.
Su eficacia aumenta con el uso de espermicidas (a la vez).
Se venden sin receta en farmacias, en supermercados, y en máquinas dispensadoras incluso.
No sólo son eficaces anticonceptivos, sino que protegen de enfermedades de transmisión sexual, lo que es de gran importancia en caso de parejas esporádicas, poco conocidas o en el caso de tener varias parejas.
Han de usarse desde el principio de la relación hasta el final, ya que antes de la eyaculación ocurre una secreción de las glándulas de Cowper que contienen espermatozoides, por lo que pueden dar lugar a embarazo.
Suelen tener una cámara al efecto, pero si no es así hay que dejar un espacio en la punta para contener el semen, y ha de retirarse el pene de la vagina antes de que la erección ceda para evitar que el semen se “escurra” hacia la vagina, y sujetando el preservativo por la base.
Pero las precauciones de uso comienzan desde el momento de abrir el envase, que no ha de estar caducado o deteriorado, ni expuesto al calor o al sol porque el material se deteriora, y abrirlo con las yemas de los dedos, no con las uñas, ni mucho menos con los dientes.
Y son de un solo uso.
El diafragma es como un caparazón de látex con un anillo elástico alrededor, que cubre el cuello del útero, impidiendo el acceso de los espermatozoides al mismo. Ha de usarse siempre con espermicida.
Hay diferentes medidas, y el aprendizaje de su uso correcto ha de ser tutelado. Tiene una vida útil de 2-3 años.
Ha de ponerse 10 minutos antes del coito, y retirarse 8 horas después. Si hay más coitos, se añade espermicida, pero sin quitar el diafragma.
La esponja espermicida se usa de forma similar, colocándola en el fondo de la vagina. Es algo menos eficaz que el diafragma; se vende en farmacias sin receta. Es de un solo uso.
Los espermicidas son sustancias que destruyen los espermatozoides. Vienen en forma de óvulos o cremas. Por sí solos tienen una efectividad limitada, pero potencian otros métodos (diafragma, preservativo). Han de colocarse 10 minutos antes de la relación, y colocar otro si se repite coito.
La píldora anticonceptiva contiene hormonas sexuales, en una combinación fija, que al suprimir las oscilaciones propias de las mismas a lo largo del normal ciclo menstrual, impiden la ovulación y espesan el moco cervical (del cuello del útero o matriz, que también se llama): con ello se dificulta el acceso de espermatozoides al útero, y no hay óvulo con el que encontrarse.
Es el más seguro, bien tomado. Bien tomado significa tomar una píldora al día, aproximadamente a la misma hora, durante 21 días consecutivos, seguidos de otros 7 días de descanso durante el que aparece un sangrado equivalente a la regla.
Si olvidas una píldora y han pasado menos de 12 horas,tómala.
Si han pasado más de 12 horas, descártala, sigue con el resto del envase y añade otro método anticonceptivo hasta el final de ese ciclo.
Hay factores que influyen en su eficacia: como los vómitos, las diarreas, y la toma a la vez de otros tratamientos, entre los que destacan por frecuentes algunos antibióticos. No olvides decir al médico que te vaya a prescribir antibióticos que estás tomando anticonceptivos para que te informe sobre su influencia, y ante la duda, añade otro método anticonceptivo hasta el final del ciclo.
No debes tomar anticonceptivos hormonales por tu cuenta, ya que existen contraindicaciones a su uso, algunas de ellas serias. Y provocan efectos secundarios a veces. Es imprescindible que consultes a tu médico.
Existen otras presentaciones de anticonceptivos hormonales en forma de parches transdérmicos y anillos vaginales; se diferencian en la periodicidad de recambio, en el precio, y en que no se influyen por alteraciones gastrointestinales, pero sí igual por otros tratamientos y tienen la mismas contraindicaciones y efectos secundarios. ¡Consulta!
El DIU, es un dispositivo que se coloca dentro del útero. Impide la implantación del cigoto en el endometrio, que es la capa interna del útero. Se coloca en la consulta, del médico de familia entrenado en esta técnica, o del ginecólogo. Igualmente se extrae o se cambia (cosa que hay que hacer cada 5 años habitualmente) en las mismas consultas, durante la regla, de forma que el orificio cervical sea más accesible. No es recomendable si no has tenido hijos antes, si tienes reglas muy abundantes o si no hay garantías de adecuadas condiciones higiénicas.
El preservativo, o condón, es una funda de látex o silicona (para alérgicos) que cubre el pene durante la penetración. Impide que los espermatozoides accedan a la vagina.
Su eficacia aumenta con el uso de espermicidas (a la vez).
Se venden sin receta en farmacias, en supermercados, y en máquinas dispensadoras incluso.
No sólo son eficaces anticonceptivos, sino que protegen de enfermedades de transmisión sexual, lo que es de gran importancia en caso de parejas esporádicas, poco conocidas o en el caso de tener varias parejas.
Han de usarse desde el principio de la relación hasta el final, ya que antes de la eyaculación ocurre una secreción de las glándulas de Cowper que contienen espermatozoides, por lo que pueden dar lugar a embarazo.
Suelen tener una cámara al efecto, pero si no es así hay que dejar un espacio en la punta para contener el semen, y ha de retirarse el pene de la vagina antes de que la erección ceda para evitar que el semen se “escurra” hacia la vagina, y sujetando el preservativo por la base.
Pero las precauciones de uso comienzan desde el momento de abrir el envase, que no ha de estar caducado o deteriorado, ni expuesto al calor o al sol porque el material se deteriora, y abrirlo con las yemas de los dedos, no con las uñas, ni mucho menos con los dientes.
Y son de un solo uso.
El diafragma es como un caparazón de látex con un anillo elástico alrededor, que cubre el cuello del útero, impidiendo el acceso de los espermatozoides al mismo. Ha de usarse siempre con espermicida.
Hay diferentes medidas, y el aprendizaje de su uso correcto ha de ser tutelado. Tiene una vida útil de 2-3 años.
Ha de ponerse 10 minutos antes del coito, y retirarse 8 horas después. Si hay más coitos, se añade espermicida, pero sin quitar el diafragma.
La esponja espermicida se usa de forma similar, colocándola en el fondo de la vagina. Es algo menos eficaz que el diafragma; se vende en farmacias sin receta. Es de un solo uso.
Los espermicidas son sustancias que destruyen los espermatozoides. Vienen en forma de óvulos o cremas. Por sí solos tienen una efectividad limitada, pero potencian otros métodos (diafragma, preservativo). Han de colocarse 10 minutos antes de la relación, y colocar otro si se repite coito.
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