Las quemaduras ocurren cuando el organismo entra en contacto con algo caliente (como el fuego), o con algo que irradia calor (el sol); o por productos químicos, por intenso rozamiento, o por electricidad. Un líquido caliente o un vapor causan una escaldadura, que se trata igual que una quemadura.
Hay quemaduras y quemaduras: son más graves si son más extensas; y también son más graves mientras más profundamente afecten la piel o superficie afectada. También son más graves si afectan a genitales o a la cara, por las secuelas a las que pueden dar lugar.
Pero por suerte son las menor, y hay muchas quemaduras que se pueden tratar en casa sin necesidad de recurrir al médico: son las quemaduras no extensas de primer grado, que son las más frecuentes.
Las quemaduras de primer grado causan dolor, enrojecimiento e hinchazón. Si afectan a tejido más profundo y se levanta ampolla, ya es de segundo grado superficial; éstas, y a mayor profundidad, requieren valoración médica.
Enfriar la piel con agua fría suele ser suficiente. Durante 20 o 30 minutos, y de la forma más temprana posible. No se debe usar agua helada (por el rebote de "recalentamiento" que sufre la piel al cesar ese frío tan intenso), ni pomadas grasientas (que acumulan el calor a la larga). Existe el mito de la pasta de dientes sobre las quemaduras: el mentol que suelen contener da "sensación de frescor", pero ciertamente la pasta de dientes no enfría. Y cuando está seca, se pasa el quinario intentando retirar los restos de dentrífico de la piel quemada que hay debajo.
Las quemaduras químicas han de tratarse, inicialmente, y de la forma más precoz posible, eliminando el producto del contacto con la superficie del cuerpo. Si es un producto líquido, con agua corriente, fría, abundante, durante al menos 20 minutos. Si es en polvo, conviene sacudir el máximo de polvo posible antes de lavar con agua fría corriente igualmente, ya que el agua en ocasiones desencadena una reacción química perjudicial (como en el caso de la sosa cáustica).
Las quemaduras químicas pueden llegar a ser peligrosas, ante la duda siempre será conveniente consultar en tu centro de salud.
Las quemaduras eléctricas pueden parecer insignificantes exteriormente, ya que sólo vemos quemados el punto de entrada, y el de la salida, de la corriente. Pero llegan a ser muy peligrosas al producir gran inflamación interna por el recorrido de la corriente, más aún si afectan órganos vitales, pudiendo hacer estallar órganos huecos, o provocar arritmias cardiacas si el recorrido pasa por el corazón. Discretas, pueden llegar a ser mortales. Siempre hay que acudir para asistencia sanitaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario