La dieta mediterránea se impone en todo el mundo como fuente de salud. Esta afirmación, que comenzó como una observación de la menor mortalidad de causa cardiovascular en Grecia, se ha impuesto como una verdad confirmada por estudio científicos a nivelmundial.
Y ahora todo el mundo habla de la dieta mediterránea como si todo el mundo supiera en qué consiste, y como si todo el mundo la siguiera.
La realidad es que no. En nuestro país, de la cuenca mediterránea, se supone que debería ser la dieta habitual. Pero en nuestro país se comen muchas más proteínas de la cuenta, muchas de ellas a partir de carnes rojas, no se come suficiente fruta y se come excesiva comida envasada.
¿Qué es la dieta mediterránea entonces?
Es la alimentación basada en los productos agrícolas propios de nuestra zona: olivo, trigo y vid, para empezar.
En cuanto a las proteínas, está basada en pescado, aves de corral, huevos y lácteos; pobre en carnes rojas, que son ricas en grasas saturadas (las "malas", aunque las trans son peores).
Los hidratos de carbono proceden fundamentalmente del pan y la pasta, así como de los cereales y legumbres (no olvidemos que las legumbres son además una buena fuente de vitaminas y de proteínas de aceptable calidad).
Es abundante en verduras y frutas. Se dice que dos tercios del plato deben ser verduras. De todo tipo: judías verdes, calabacines, berengenas, acelgas, espinacas, cebolla, pimientos... Y resolvamos una vieja polémica: el tomate es una fruta.
El aceite de oliva es un puntal fundamental de la dieta mediterránea, como ingrediente de las recetas o como aliño. Igual ocurre con los frutos secos (nueces, almendras, pistachos, cacahuetes...). Las grasas son necesarias en la alimentación, ya que nuestro organismo las necesita para la síntesis de diferentes elementos del organismo, entre ellas muchas hormonas. Pero siempre en cantidades moderadas, y eligiendo: son favorables las grasas INsaturadas, perjudiciales las SAturadas, venenosas las transgénicas, y han de mantener un equilibrio entre los omega 6 y omega 3.
Pequeñas cantidades de vino son beneficiosas para la salud, sobre todo el vino tinto, porque además del efecto dilatador sobre los vasos sanguíneos, tiene en poder antioxidante de los flavonoides. Los antioxidantes protegen el metabolismo de las células de los radicales libres, con el consiguiente beneficio antienvejecimiento y protector anticancerígeno.
Los alimentos has de ser frescos y naturales siempre que sea posible, para evitar los conservantes, colorantes y demás química que llevan añadidos los alimentos manipulados. No se debe comer mas que excepcionalmente bollería, dulces, chucerías y alcohol; así como comida rápida.
Gracias, Doctora. En más de una ocasión me he sabido destinatario de los contenidos del blog que tan amorosamente elabora. El adverbio no es ni galante ni exagerado ni erróneo. Es muy sincero, muy realista y muy adecuado, porque todas las entradas rezuman el afán de ser útil a los demás. Algo tan poco frecuente que no hay más remedio que imputárselo al amor: el amor de verdad, el deseo del bien del prójimo, sea quien sea, incluidos los desconocidos e incluso los enemigos.
ResponderEliminarPor todo ello, mucha gracias. Y que Dios le conceda salud para continuar su bella labor.
De nada, padre. Lo que más me gusta es cuando preparo entradas a petición. Me parecen las más útiles, y son las que escribo con más entusiasmo. ¡Intento animar a todos a hacer lo mismo!
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