Marca personal-marca profesional, como el Vodka-Martini de James Bond

Agitado, pero no revuelto.
Este blog está orientado a pacientes, a usuarios, a lectores en general, no especialmente a profesionales. Pero los profesionales tenemos vida 1.0, vida real, y vida 2.0, presencia en redes, cada vez más.
El debate se plantea: ¿dos perfiles? ¿separar la persona del profesional? ¿un perfil, todo junto?

Yo voy a exponer, simplemente lo que yo hago. Se admite, de hecho, se solicitan comentarios sobre vuestras opiniones, o sobre cómo creéis que debería ser, si es algo distinto de cómo es ahora.

Tengo perfil en Facebook. Mis amigos en Facebook son mi familia y mis amigos de la vida 1.0, fundamentalmente. Conozco personalmente a casi todos ellos, contadas son las excepciones. No suelo admitir pacientes como amigos de Facebook, salvo algunas personas que conocí como pacientes con los que luego he establecido una relación de amistad más personal.

Tengo cuenta en Twitter. El uso es más profesional. Sigo cuentas muy muy interesantes profesionalmente, algunos amigos y algunos familiares, y a los adolescentes de mi entorno para saber en qué andan. No conozco personalmente a muchas de las personas a las que sigo, y aunque no me parece imprescindible, ciertamente me encantaría conocer a algunos de ellos.

Tengo un blog. Éste. Desde aquí cuento mis inquietudes sobre salud en un sentido muy amplio de la palabra, como me enseñaron durante la residencia de mi especialidad, la Medicina de Familia, desde el enfoque bio-psico-social.
Publico dos veces a la semana, con algunas entradas extra, como la de hoy. Tuiteo mis entradas, para darle visibilidad y difusión. Me da alegría y orgullo cuando me retuitean, entiendo que la entrada es útil y/o interesante. Twitter está vinculado a Facebook, con lo que el tuit salta a otra red. La privacidad de mi biografía allí es restringida a mis amigos, salvo para estas publicaciones, que hago públicas y destaco.
Activé el botón de "Seguir en Facebook" por si alguien interesa. Estoy presente, asequible, pero mi intimidad reservada.
Gracias, @joseavil, por todo lo que aprendí contigo en Sevilla. Hoy no sería la misma "2.0mente" hablando, sin ti.